Conflicto entre republicanos

El Partido Republicano está fracturado. No encuentra una idea o un candidato capaz de aglutinar a la mayoría de su partido. La elección primaria refleja la misma dinámica conflictiva que está dominando dentro de la bancada republicana del Congreso.

Este es un choque entre conservadores puristas y pragmáticos que hoy tiene detenida la Ley de Transporte en el Congreso. Mientras que la rivalidad de populistas del Tea Party, conservadores religiosos y los del sector empresarial hacen que la elección del candidato presidencial sea una agonía.

El resultado electoral del Súper Martes repartió estados entre tres de los cuatro precandidatos, dando a Mitt Romney un mayor margen de delegados. Pero también manteniendo vivo el desafío de Rick Santorum y Newt Gingrich como representantes del conservadurismo populista y religioso.

Los republicanos se hallan en esta situación porque tienen muy poco que mostrar después de haber gobernado durante 20 años de las últimas tres décadas. Lo único que quedó en la imaginaria republicana es la visión idílica de Ronald Reagan a comienzo de los 80 que sobrevive junto con la fantasía de que se puede aumentar los ingresos fiscales y equilibrar presupuestos, recortando impuestos. Mientras que las tres presi$de Bush padre e hijo parecen no haber existido nunca.

Desde el inicio de la Presidencia de Obama, la estrategia republicana ha sido bloquear su agenda legislativa. También fue satanizar la imagen del mandatario entre la base partidaria creando el atomizado movimiento del Tea Party. El mismo que hoy desconfía de Mitt Romney.

Sin embargo, todo esto no significa que el candidato presidencial republicano estará impotente ante el presidente en noviembre. La oposición a Obama y a todo lo que representa su gobierno es una formula que les puede dar éxito.

Hay motivos desde la perspectiva conservadora para estar molesto con Obama, pero cuando esos argumentos son insuficientes, llega la tontería de hablar de un seguro médico como si fuera la esclavitud y de la amenaza a la libertad como si se viviera en una dictadura, o caer aún más bajo sembrando sospechas sobre su nacionalidad o religión. Lo peor es que este mensaje penetra en una parte importante de la base republicana.

Los republicanos en el Congreso han demostrado que lo único que los une es la oposición a Obama. Es lo mismo que se ve en la primaria con los votantes y los candidatos. Parece que todavía no se han dado cuenta que estar en contra de Obama no es propuesta política de progreso.

ImpreMedia/La Opinion

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain