Buenos fallos judiciales
Un fallo judicial contra una ley estatal antiinmigrante siempre es un motivo para celebrar. Cada ocasión de este tipo repite lo equivocadas que estas leyes son desde el punto de vista legal. Es una confirmación de lo que se ha dicho una y otra vez.
La reciente decisión de un Tribunal de Apelación de eliminar dos cláusulas de la ley HB 56 de Alabama, una de las más estrictas del país en su tipo, es una razón para la satisfacción. En este caso se dejó de lado el impedimento de transacciones y contratos, y la prohibición de alquilar un cuarto o dar alojo a un indocumentado por más de una noche.
Cada vez son más las decisiones judiciales que van despedazando este tipo de ley. Por ejemplo, a fin de febrero en Arizona se anuló la cláusula de la SB 1070 que prohibía pedir trabajo en la calle. Y así ha ido ocurriendo por un tiempo.
Sin embargo, la decisión que todos esperan este año es la de Corte Suprema de Justicia sobre la ley de Arizona, quien se estima que de su fallo en junio después de escuchar los argumentos el próximo abril. Incluso hay tribunales que, como en el caso de la ley de Georgia, han preferido esperar la palabra del Alto Tribunal antes de dar su propia opinión.
Esperamos que en ese momento la Corte Suprema Corte no caiga presa del activismo judicial y siga la línea establecida que la inmigración es una cuestión federal y no estatal.
Impremedia/La Opinion