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La doctora Machado ha desarrollado e investigado temas vinculados directamente a la comunidad hispana. Entre ellos el concepto de “borderlands”, haciendo referencia no solo a su situación geográfica, sino a la posición de las latinas y otras mujeres de color dentro de una cultura dominante.

“Los latinos vivimos en un mundo intermedio, en que somos y no somos, y hemos encontrado a Dios en esa intersección, porque Jesucristo era hombre y no era”, sostiene Machado.

“Cuando emigramos desde Cuba a Estados Unidos, mis padres, y yo con apenas tres años, la iglesia se convirtió en nuestra familia. Me crié en esa comunidad llena de fe que promulgaba que la vida siempre sería mejor”, recuerda Machado sobre su infancia.

“Tuve la inclinación de estudiar teología, porque hay tantas cosas que nos suceden que solo se pueden explicar con la fe”, afirma convencida.

“Recién graduada de un Doctorado en 1996, me ofrecieron ser directora de la Iniciativa Teológica Hispánica, desde donde serví de mentora a los estudiantes que iniciaban su doctorado en estudios teológicos”, explica.

Uno de sus proyectos recientes de investigación está enfocado en El Evangelio de la Prosperidad, del que resalta: “Dios quiere que todos prosperemos, pero hay millones de personas que tienen mucho dinero y que no precisamente viven vidas abundantes. La abundancia no se consigue con bienes materiales, sino con el amor de los que nos rodean, y el quiere que prosperemos como una comunidad unida, no individualizada”, explica.

Casada con un nicaragüense, afirma que aunque no tiene hijos biológicos tiene hijos en todas partes, después de servir como profesora por mas de 17 años.

De su madre, quien falleció recientemente recuerda emocionada: “Tuve la mejor de las madres, fue una gran educadora, favorita entre la comunidad dominicana, además de una excelente predicadora”.

En cuanto a su progenitor cuenta que “siempre nos hizo sentir importantes, y nos decía ‘ustedes no son menos que nadie por ser mujeres latinas, todos los seres humanos son valiosos'” , recuerda con orgullo.

“Como latinas tenemos que apoyarnos, ser fuertes. Y no olvidar que la educación es la herramienta más importante con la que podemos contar para abrirnos paso por la vida”, concluye.