Medicina al día: Predecir la demencia
¿Puede predecirse la demencia?, se preguntará.
La respuesta es que así lo creen los investigadores a cargo de un estudio reciente cuyos resultados se están presentando este mes en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología.
Le asombrará saber cómo es posible.
Según ellos, la velocidad con que se camina y la fuerza de agarre de la mano en la mediana edad, podrían ayudar a predecir las probabilidades de desarrollar demencia o un accidente cerebrovascular en una etapa de la vida.
Aunque no está clara la correlación entre estas mediciones con los procesos de esas dos enfermedades, esta relación resulta valiosa para así evaluar el riesgo de todos los pacientes.
Durante el estudio se determinó que la velocidad de paso más lenta se asocia con un volumen cerebral total más bajo y un peor rendimiento en pruebas de memoria, lenguaje y también toma de decisiones.
Por otro lado, un agarre de la mano más fuerte se asocia con un volumen cerebral total más alto y mejores resultados en las pruebas del pensamiento y de la memoria.
Las pruebas para evaluar tanto la velocidad del paso y la fuerza de la mano se pueden llevar a cabo con facilidad en el consultorio médico.
Estas permiten implementar medidas preventivas, según indica la autora del estudio, la Dra. Erica C. Camargo, del Centro Médico de Boston.
Los envenenamientos accidentales con medicamentos recetados han ido en aumento en los niños de menos de seis años… y sucede en hogares comunes y corrientes, ¡como el suyo!
Así lo confirma una investigación reciente del Children’s Hospital Medical Center de Cincinnati.
¿Cuál es la causa probable de ese aumento de nada menos que un 22%?
Sencillamente más cantidad de medicinas en los hogares. Un 55% de los adultos estadounidenses toman mínimo un medicamento recetado (principalmente medicamentos para el corazón, para el dolor y para dormir).
Muchos de estos adultos no tienen cuidado a la hora de guardar los medicamentos en un lugar seguro, que los niños no tengan acceso a ellos. Idealmente en un gabinete alto para que solamente lo pueda abrir un adulto.
Nunca lo olvide: las medicinas y los niños no son buena combinación.