Aprender jugando

El juego es fundamental para que los pequeños desarrollen su potencial cerebral.

La mayoría de los bebés nacen con un potencial cerebral ilimitado, pero para obtener el máximo desarrollo es necesaria la estimulación, y que mejor manera de hacerlo que a través del juego, el cual con el paso del tiempo, se convierte en un compañero inseparable que no solamente sirve como un elemento distractor, sino también como un gran aliado para su aprendizaje.

La presencia de los juguetes en la vida de un niño, es tan trascendental que incluso desde antes de que nazca, los padres se ocupan de adquirirlos entre los accesorios de primera necesidad, lo cual ha llevado a que el mercado se vea saturado de una gran variedad, algunos de ellos muy útiles para impulsar el desarrollo de los niños.

Aunque tu hijo continuará su aprendizaje a lo largo de su vida, serán los primeros años en los que hacerlo le resulte más sencillo, ¿has escuchado a las educadoras decir que cuando los niños son muy pequeños, su cerebro es como una esponjita? Y esto es una realidad, efectivamente, son capaces de absorben todos los conocimientos que pongas a su alcance, porque además de que están más dispuestos a asimilar cosas, la manera en que se les enseña está muy cargada de afecto y se basa principalmente en el juego y en elementos que resultan divertidos y estimulantes para él.

Jean Piaget, el famoso psicólogo suizo, quien hizo importantes aportaciones a la educación y al desarrollo de los infantes, afirmaba que del nacimiento a los dos años, jugar es una repetición de las actividades de investigación que los niños utilizan para explorar el mundo con los sentidos: toman con sus manos, huelen saborean, miran y escuchan una y otra vez hasta que han procesado cada fragmento de información. Cuando pueden controlar un objeto o proceso nuevo, comienza su siguiente exploración, precisamente porque han disfrutado la experiencia de explorar y dominar.

Como explica Martie Pieterse, autora del libro Jugar y aprender: “El juego es un instrumento natural que tu hijo utiliza para explorar y descubrir -y con el tiempo dominar – el mundo que le rodea. Por esta razón tiene una importancia fundamental en el desarrollo de sus habilidades en todos los niveles: el pensamiento y la memoria, la competencia lingüística , la movilidad, la coordinación mano-ojo y pie-ojo, así como la madurez social y emocional”.

Pero el juego también es una forma de expresarse y eso lo podrás confirmar con tu hijo, cuando a través de él te deja conocer la manera en que ve y experimenta su mundo. Por ejemplo, cuando tu hija juega con una muñeca y simula ser su madre, ella reflejará la manera en que tú te comportas con ella y cómo le haces sentir, lo cual para ti puede ser una oportunidad para detectar si estás cometiendo algún error en la forma en que te conduces hacia ella.

A lo largo del crecimiento de tu bebé vas a encontrar distintas herramientas que te serán de gran ayuda para su formación, “en el caso de los juguetes, sobre todo en el caso de los educativos, se convierten en un útil apoyo para el desarrollo de las habilidades motrices y cognoscitivas de los niños.

Es impactante ver cómo a través de esta actividad que en teoría tienen como fin entretenerlos, se despiertan muchas capacidades, por ejemplo: los niños por intuición comienzan a clasificar sus juguetes, separan los coches chicos de los más grandes, sin saber que eso, más adelante, contribuirá para que aprendan las matemáticas”, explica la licenciada Andrea Calderón, especialista en Educación especial.

El juego de tu hijo cambiará en la medida que él se desarrolla y que despierta nuevas habilidades, de ahí que es importante que te mantengas al pendiente de este punto a fin de que incluyas cada vez más actividades y los objetos para jugar.

Durante los primeros meses de nacido, el mejor juguete serás tú, porque él ha aprendido a reconocer tu voz, tu mirada y eres la persona que está más cercana a él. En tanto el niño crezca y su mundo se amplíe, es decir, que tenga la oportunidad de conocer a otras personas, de ver objetos y tomarlos entre sus manos, se empezará a interesar por ellos.

Ten presente que el hecho de que te unas a su juego, participes activamente con él y compartas diariamente determinado tiempo con él, no solamente contribuirá a que estimule su conocimiento desde temprana edad, también ayudarás a fortalecer su autoestima y le harás sentir amado.

Para saber más:

Jugar y aprender

Martie Pieterse

Editorial Paidós

Tu hijo juega y aprende

Penny Warner

Editorial Oniro

“Conocerte a ti mismo, esculpe tu carácter”.

Bojorge@teleton.org.mx

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