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“El Niño Prodigio” al desnudo

Abre las puertas de su casa, de su corazón y advierte a su patria

Víctor Florencio, mejor conocido como "El Niño Prodigio".

Víctor Florencio, mejor conocido como "El Niño Prodigio". Crédito: Gerardo Romo / EDLP

Nueva York.- El secreto del Prodigio está en el Niño. Puede que a algunos se le haga difícil asociar la pureza de un infante con la astrología y la adivinación. Pero en el caso de Víctor Florencio, mejor conocido como “El Niño Prodigio”, esa es la explicación.

En nada se parece este dominicano de nacimiento a otros astrólogos que se esfuerzan en proyectar una imagen mística para causar la impresión de que son seres “elevados”.

“El Niño Prodigio”, que no sólo nació con un don, sino que se fortaleció estudiando sicología, medicina natural, sanación con cristales, reiki, aromaterapia, astrología, hinduísmo, tarot, filosofía y metafísica, entre otras cosas, anda por la vida sencillo, sin reservas, sin planteamientos nebulosos y con una alegría de vivir impresionante.

Así recibió a El Diario/La Prensa en su hogar, su santuario, para que a través de nosotros ustedes pudieran visitarle.

Son pocas las personas que han entrado al lugar, pero no porque a él le preocupe que llegue alguien con alguna carga negativa. “Yo tengo algo preparado ahí, en la entrada, que cuando usted entra, ahí se queda todo”, confiesa con pasmosa tranquilidad.

El edificio, donde lleva residiendo “15 años o más” tiene dos plantas. Abajo reside su mamá, doña Agustina, y al subir unas escaleras internas se llega al santuario de “El Niño”.

Como en la mayoría de los hogares en Nueva York, la cocina, el comedor y la sala comparten el espacio. Lo primero que queda a la vista del visitante es la cocina, donde predomina la madera y el metal. Luego, a mano derecha ubica el área del comedor, de seis sillas, y la izquierda, está la sala. Protagoniza ese entorno un enorme sofá blanco, en piel, decorado con cojines amarillos y naranjas, “para la frescura y la tranquilidad”. De hecho, ese sofá tiene su encanto, porque “la gente, si se queda mucho rato aquí, se duermen. ¡Es una cosa mágica!”, cuenta.

Frente al sofá, una mesa sirve de escenario a varias de las múltiples imágenes de seres espirituales que hay en este hogar; también luce velas y un jarrón con flores, importantes para “El Niño” porque “ellas como que traen la vida”.

Pasando esa mesa, incrustado en la pared, un televisor de pantalla plana como de 52 pulgadas, que usa para divertirse porque no le gusta ver noticias. A cada lado del televisor, hay unos pequeños cajones de madera, con 10 espacios. Y en cada uno de ellos hay una pequeña vela, de esas que se usan con baterías. Completa la decoración, un enorme mueble que alberga sus vinos y su equipo de música.

“El Niño” se sienta y comienza a hablar como si nos conociera de toda una vida. Sobre cómo es su convivencia allí, suelta que se levanta todos los días a las 5:00 de la madrugada, para comenzar su jornada, que comienza con meditaciones que pueden durar de 15 a 30 minutos.

Se alista y sale hacia el estudio a presentar su sección en “Despierta América”. “El programa se graba dependiendo de la ciudad donde me encuentre, que es mayormente aquí en Nueva York. Pero, ahora en mayo empezamos a viajar a todos los EE.UU.”, adelanta.

Cuando regresa del canal, toma un descanso en la habitación principal de las tres que tiene su apartamento, antes de salir hacia su botánica, Anaísa y sus siete vueltas, en El Bronx. Allí realiza consultas al menos tres días de la semana y “me vengo acostando como tipo 10, 11 y lo más tarde a las 12 de la noche, pero a esa hora ya termino cayéndome”, dice.

En cuanto a su dieta, revela que lo mejor que ha conocido a través de los años en el “juicing”. ¿De qué se trata? “Se lo recomiendo a toda la gente… Es lo mejor porque desintoxica tu cuerpo, te restaura todas esas células, incluso para enfermedades como el cáncer, gente que sufre de alergias, de constipación… “. La clave es mezclar en un extractor frutas y vegetales “solamente ‘green’. ‘It’s amazing’!’…Hago ‘juicing’ en la mañana, en la tarde como muchos vegetales y ya no como carne. ‘It’s out of my life’”.

En cuanto a su salud espiritual, la cuida mucho. “En la vida, todo no es color rosa. Yo siempre pienso que hay que perseverar para conseguir lo que uno quiere…Pueden haber aparecido ciertas personas que tú no le gustas, porque tú no eres monedita de oro para gustarle a todo el mundo… Pero eso, el destino lo pone y lo quita. Todo es cuestión de tiempo. Lo que uno tiene que hacer, cuando le pasan esas cosas, es mantenerse enfocado en lo que uno quiere. Y las piedras que que estén en el camino uno las rechaza y sigue. Usted siga pa’ lante y muévase y ‘let it go!’”

Los tiempos son difíciles, sobre todo en esta época eleccionaria. Al preguntarle qué le inquieta, comenta sin reparos que “lamentablemente, lo que yo veo que va a suceder en la República Dominicana es que estos dos partidos (el gobernante PLD y el rival PRD) van a estar como uno detrás del otro, te diría que tal vez a un centímetro de distancia. Y claro, eso va a provocar que la cosa esté fuerte a nivel de emociones… Yo siento que el país está dividido por la mitad”.

A sus compatriotas, les desea “que gane el mejor, pero en realidad … Siento que va a haber trampa. ¿Entiendes? Hay mucha fuerza económica que se tira a la calle… Mucho dinero que se tira a la calle… Acuérdate de que quien no cogió dinero, ni acepta esas cosas se va (en contra)… Y va a venir el revuelo. Por eso es que tenemos que pedir que esto no suceda”.

Y cuál es la mejor forma de pedir, le preguntamos. “Cada vez que uno se levanta… Te pones en contacto con esa fuerza espiritual y le dices ‘hoy yo te encomiendo mi día, que todo sea de luz y no solamente para mi, sino también para el universo’”, revela.

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