Corrigen la “Setima Avenida” de cara a Convención Republicana
Las autoridades de Tampa han acordado corregir el nombre de una de sus principales avenidas, y ponerle "La Séptima" ante el temor de que esa forma de escribirlo sea motivo de burla durante la actividad
Miami – Las autoridades de Tampa (Florida) han acordado corregir el nombre de una de sus principales avenidas, a la que hasta ahora se referían como “La Setima”, ante el temor de que esa forma de escribirlo sea motivo de burla durante la Convención Nacional Republicana.
“Era totalmente necesario cambiarlo, sobre todo, antes de que en agosto nos visite tanta gente. Es una cuestión de español elemental. Los hispanohablantes no reconocen que se trata de un guiño a su idioma, porque ni siquiera está bien acentuado”, explicó hoy a Efe Yvonne Yolie Capin, miembro del Concejo Municipal de Tampa.
Ese organismo aprobó el jueves la iniciativa, que llevaba años debatiéndose, con cinco votos a favor y uno en contra y zanjó así la discusión tres meses antes de que se celebre en esta ciudad del centro de Florida la Convención Nacional Republicana.
En esa cita de agosto está previsto que se elija oficialmente el candidato que hará frente a Barack Obama en las elecciones de noviembre. Se espera que más de 50.000 personas visiten la ciudad durante ese mes.
La todavía “Setima Avenida” es una de las principales arterias del popular barrio de Ybor City, uno de los más turísticos y con más vida de Tampa.
Es un histórico vecindario fundado a finales del siglo XIX por el español Vicente Martínez Ybor en el que convivían italianos, cubanos y españoles, en su mayoría trabajadores de fábricas de puros.
“Es un gran día para los cubanos, españoles e italianos que se asentaron aquí. Y para ‘La Séptima'”, asegura hoy en el diario Tampa Bay Fran Costantino, la presidenta de la Asociación Histórica y Cívica del Este de Ybor, la organización que lideraba las presiones para que se aprobara esta medida.
Esta y otras organizaciones temían que los turistas hispanos y los delegados de estados con una amplia población hispana, como California, Texas o Florida, se burlaran de lo que ellos consideran un error de deletreo.
Vince Pardo, del departamento de desarrollo urbanístico de la ciudad, ha sido el encargado de reunir la documentación disponible y elaborar un informe al respecto, que está disponible en internet.
En él explica que “muchos visitantes se creen que las autoridades de la ciudad han cometido un error de deletreo”, pero se muestra en contra de modificar el nombre.
En la documentación presentada se incluye, por ejemplo, el correo electrónico de José Roldán, de la compañía Heart Construction, que argumenta que “‘La Séptima’ es la manera correcta de deletrearlo” y añade- “Como líderes hispanos del área de la Bahía de Tampa no queremos que se nos muestre como iletrados y poco educados”.
“Es verdad ‘sétima’ puede ser correcto, y la Real Academia de la Lengua Española lo reconoce, pero desde luego ‘setima’, sin acento, no lo es, así que de todas maneras había que cambiarlo, porque en español la tilde es fundamental”, explicó a Efe la concejala Capin, inmigrante de cuarta generación que “hubiera olvidado el español de no ser porque estoy casada con un hispanohablante”.
Los opositores, sin embargo, alegan que toda la vida se ha dicho sin “p” y que la omisión sonora de esa letra era habitual antiguamente, especialmente entre los inmigrantes gallegos y asturianos que predominaban en la ciudad.
Además, apuntan que incluso la Real Academia de la Lengua Española reconoce como válido este deletreo hoy en día y recuerdan que en portugués y en italiano no existe la “p” de la discordia.
Esa calle “siempre será conocida como ‘La Setima'”, según Casey Gonzmart, presidente del restaurante Columbia, ubicado en esa arteria, el más antiguo de Florida y parada obligada de los turistas.
“Realmente quiero acabar con esta disputa sobre la señalización de la calle, que está gastado el dinero de los contribuyentes”, escribió ya Gonzmart en una carta remitida a los legisladores en 2008 y que forma parte también de la documentación aportada.
De ella se deduce que la modificación de los letreros de la calle costará cerca de 2.000 dólares (171 dólares por cartel).