No a las bolsas de plástico

Las bolsas de plástico dañan la costa de Los Ángeles

El Ayuntamiento de Los Ángeles decidió prohibir el uso de bolsas de plástico en todos los supermercados y tiendas de alimentación de la ciudad por sus efectos devastadores para el medio ambiente, los ríos y los océanos.

La medida supone una victoria de los grupos ecologistas que llevan años defendiendo la necesidad de terminar con el uso de bolsas plástico.

Cada año los angelinos usan alrededor de 2,700 millones de bolsas de plástico de las cuales sólo el 5% se reciclan. La basura que se acumula sin pausa en las aguas del Pacífico central se multiplicó por tres en una década.

La “gran mancha de basura”, así la llaman, es de desechos de plástico. Nace en la costa de California, pasa Hawai, llega casi al Japón y tiene una superficie que duplica el territorio continental de Estados Unidos

“Esta gran mancha de basura del Pacífico -señala Juan Gelman- fue descubierta en 1997 y por mera casualidad, El exmarino y oceanógrafo estadunidense Charles Moore partió de Los Ángeles con su yate para participar en una carrera en Hawai, tenía prisa, evitó las rutas más frecuentadas y el atajo lo llevó al descubrimiento. Navegó contra una selva de botellas y restos de plástico día tras día durante una semana. Su asombro y su disgusto fueron tales que vendió todas sus empresas, se convirtió en un activista de la preservación del océano y creó la Fundación Algalita de Investigaciones Marinas (AMRF, por sus siglas en inglés)”

Alrededor de 100 millones de toneladas de desechos de plástico flotan en el Océano Pacífico, y los residuos de su materia prima son tan livianos que pueden ser arrastrados por los vientos y mantenerse en la superficie de las aguas.

Fundación Algalita señala en un informe que las partículas de plástico afectan al menos a 267 especies marinas en todo el mundo, incluyendo a 86 por ciento de todas las clases de tortugas. Aves y mamíferos marinos confunden las partículas con huevos de pescado.

Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) concluye que más de un millón de aves y más de cien mil mamíferos marinos mueren cada año por la ingestión de desechos plásticos. En el estómago de algunos mamíferos se han encontrado jeringas, encendedores, cepillos de dientes y otros objetos que creyeron alimento

El problema es grave, dice Gelman. Para lograr mayor flexibilidad, duración y resistencia al calor del plástico, se agrega a la materia prima aditivos y substancias que convierten a los desperdicios en una suerte de esponjas químicas que absorben hidrocarbonos y pesticidas. Existe el peligro de que por esa vía ingresen a la cadena alimentaria humana.

“Lo que entra en el océano, entra en esos animales y llega al plato de comida. Así de simple”, sentenció el Dr. Eriksen.

Un ejemplo: Científicos estadounidenses han encontrado contaminación radioactiva causada por el desastre de Fukushima en atunes que emigraron desde las aguas de Japón a la costa de California.

Niveles de radioactividad similares han sido encontrados en peces más pequeños y en plancton. Las muestras de tejidos de 15 atunes pescados en las afueras de las costas de San Diego, contenían dos sustancias radiactivas (Ceisum-134 y Cesio-137) más altos que en años anteriores.

El cesio radioactivo no se hunde rápidamente en el agua, por lo que los peces pueden nadar a través de él y contaminarse en el proceso.

La investigación llama la atención porque este tipo de atunes es una especie de la que miles de toneladas son pescadas anualmente.

Volviendo al plástico. Se afirma que de fuentes territoriales llega al océano 80% de las partículas de plástico, la mayoría de los cuales no se pueden quitar del agua en razón de su pequeñez y abundancia.

La solución del problema consistiría en reciclar en tierra los restos de plástico antes de que se internen en el mar.

“A través de su historia, la ciudad de Los Ángeles ha dependido de su océano, y ahora el océano, que está sufriendo por la contaminación del plástico, está dependiendo de Los Ángeles”, subraya el concejal Paul Krekorian, uno de los impulsores de la norma que exije a licorerías, farmacias y tiendas no proporcionar este producto a sus clientes

Ahora las grandes tiendas de Los Ángeles tienen seis meses para poner en práctica la prohibición, mientras que a los pequeños comercios se les ha concedido un plazo de 12 meses. A partir de entonces, los supermercados podrán ofrecer a sus clientes bolsas de papel cobrando 10 centavos por cada una

Ya van 43 municipios en California que han adoptado reglamentos que restringen la distribución de bolsas de un solo uso. San Francisco fue la primera ciudad que lo hizo y le siguieron las ciudades de Fairfax, Malibu, Palo Alto, San Jose, Santa Monica y Calabasas

El Ayuntamiento de Los Ángeles evaluará dentro de dos años la eficacia de la medida que aprobó y, en función de los resultados, extenderá el veto a las bolsas de papel.

Alberto Ampuero es periodista de Riverside, California.

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