Sentencian a capo jamaiquino a 23 años
El capo jamaiquino de las drogas Christopher "Dudus" Coke fue sentenciado el viernes a 23 años de prisión, dentro de un caso de narcotráfico en Estados Unidos, en el que salieron a relucir los actos violentos que se le atribuyen, con los que habría buscado atemorizar a rivales y seguidores por igual.
NUEVA YORK (AP) — El capo jamaiquino de las drogas Christopher “Dudus” Coke fue sentenciado el viernes a 23 años de prisión, dentro de un caso de narcotráfico en Estados Unidos, en el que salieron a relucir los actos violentos que se le atribuyen, con los que habría buscado atemorizar a rivales y seguidores por igual.
Los fiscales en la corte federal en Manhattan recurrieron al testimonio de un miembro confeso de la pandilla de Coke como argumento para exigir una sentencia ejemplar. En ese testimonio llamó la atención un relato sobre la forma en que Coke ordenó que sus cómplices mataran a un vendedor de drogas ilegales, apodado “Hombre Alto”, atándolo y descuartizándolo con una motosierra.
El testigo Jermaine Cohen describió que habitualmente ingresaba a una habitación usada por Coke como cámara de torturas, donde encontraba “restos humanos… mucha sangre, pies y cabezas cortadas”.
Los abogados defensores consideraron que Cohen y otros testigos mintieron para inculpar a Coke con la esperanza de que se les redujeran las sentencias en otros casos penales. Investigadores privados viajaron a Jamaica, donde no encontraron evidencias de las atrocidades descritas en el proceso, dijo uno de los abogados, Stephen Cohen.
“Nadie en la comunidad ha visto nada”, dijo.
Coke buscó convencer al juez federal de distrito Robert B. Patterson de que merecía una sentencia menor, por sus obras caritativas en la barriada de Tivoli Gardens, en el poniente de Jamaica. En una carta al juez, Coke se dio el mérito de ofrecer fiestas de Pascua para los ancianos, entregar víveres en las escuelas y dar obsequios navideños a los niño. Además, aseguró que había fundado una escuela a fin de enseñar computación a los pobres.
“Señor, no voy a pararme en esta corte para decirle que soy un santo”, dijo Coke el viernes. Pero “soy una buena persona. He hecho muchas cosas buenas para ayudar a la gente en mi comunidad”.
Añadió que los testigos de cargo “hablaron de cosas que ni siquiera he soñado hacer en mi vida”.
Pero Patterson dijo a Coke que las acusaciones de violencia “eclipsaron” cualquier acto bueno, y le impuso la pena de 23 años solicitada por los fiscales. El acusado no mostró reacción alguna cuando se le dictó la sentencia.
Coke, de 43 años, fue detenido en Jamaica y extraditado en 2010, tras un sitio sangriento impuesto por las autoridades a Tivoli Gardens, descrita por las autoridades estadounidenses como una “comunidad-cuartel” usada por el delincuente para supervisar las operaciones internacionales de narcotráfico. El bastión era vigilado por seguidores jóvenes de Coke, quienes llevaban armas compradas en el mercado negro de Estados Unidos y traficadas al país caribeño, agregó la fiscalía.