Hora de pasar la antorcha en el D13
Una de las contiendas congresionales más cerradas este año ocurre en el Distrito 13, donde Charlie Rangel, congresista por 21 períodos, enfrenta a tres contendores afroamericanos y uno hispano.
La competencia que Rangel encara dentro de su propio partido y de su base electoral no es fortuita. Los barrios a los que ha representado desde 1971 y los que representaría por primera vez a partir de noviembre, han cambiado copiosamente en los últimos años. Tras la redistribución electoral de hace unos meses, el distrito representado por Rangel se extendió a El Bronx quedando constituido en 55% por electores latinos, en barrios como Washington Heights, Inwood y El Barrio.
Con la transformación, es natural que los residentes quieran ver nuevos líderes. Rangel ha sido un servidor incansable, pero nuestra democracia es un sistema dinámico de representación que cambia cuando los electores quieren, no cuando los titulares deciden.
En esta contienda, el senador estatal Adriano Espaillat es a todas luces el candidato más fuerte y ha generado entusiasmo entre hispanos y otros votantes que quieren darle a otro líder la oportunidad de representarlos.
La popularidad de Espaillat se debe a que por 16 años ha abogado por medidas sensibles para los neoyorquinos pobres y de clase media, logrando resultados tangibles, entre ellos protecciones para que arrendatarios conserven sus hogares y para trabajadores de bajos salarios entre ellos bodegueros, peluqueros, taxistas y los que laboran en guarderías. Como congresista, creemos que Espaillat será una voz fuerte en temas de relevancia como la reforma migratoria y la defensa de la nueva ley de salud pública; y no tenemos duda de que representará con igualdad a todas las comunidades del distrito.
Rangel ha basado la necesidad de su reelección en la premisa de que su presencia en el Congreso ayudará a defender la agenda del presidente Obama del extremismo republicano. Las prioridades demócratas de Rangel, sin embargo, son similares a las de Espaillat en tópicos que van desde la economía, la inmigración, la salud y la política internacional. No hay ninguna razón para impedir que alguien nuevo comience a abonar señoría en el Congreso.
Urgimos a los votantes hispanos a que salgan a votar el 26 de junio y apoyen a Espaillat.