El Getafe resulta estafado

Angel Torres, presidente del club de fútbol español Getafe. Crédito: AP ARCHIVO
MADRID/AP – Siete personas que se hacían pasar por intermediarios de grandes inversionistas árabes interesados en la compra de negocios y equipos del fútbol español fueron arrestados tras descubrirse una estafa de película, en la que se vio envuelto el club de primera división Getafe.
Los detenidos, seis españoles y un dominicano, trabajaban en un despacho de Barcelona, desde el que presuntamente urdieron una trama que pudo llegar a estafar a 70 sociedades españolas una fuerte suma de dinero que de momento no ha sido revelada, informaron ayer los Mossos d’Esquadra, la policía regional catalana, que dirigieron la operación.
El grupo ofrecía servicios de asesoría a empresas con problemas económicos, a las que prometían falsas inversiones de jeques de Dubai y Egipto a cambio de suculentas comisiones.
Para convencer a sus potenciales víctimas desplegaban un “teatro” perfectamente organizado, que incluía comidas en restaurantes de lujo y la participación estelar de un supuesto contacto del jefe árabe interesado en la operación.
Pero ese contacto era un camarero brasileño de un bar cercano a las oficinas del despacho de los arrestados que cobraba 50 euros (62 dólares) por disfrazarse con túnica y turbante y representar su papel sin salirse del guión ni abrir la boca, dijo en rueda de prensa el inspector jefe de Delitos Económicos de la policía catalana, Toni Mariscal.
Una de presuntas víctimas fue el presidente del Getafe, Angel Torres, quien firmó supuestos acuerdos con los detenidos por valor de 10 millones de euros (12,5 millones de dólares). Acuerdos rotos por Torres al comprobar que los cheques ingresados no tenían fondos.
Torres y el capitán del equipo, Manuel del Moral, llegaron a viajar a Dubai en abril de 2011 para acudir a una conferencia de prensa, donde un grupo empresarial de Dubai llamado The Royal Emirates Group of Companies había anunciado la compra del Getafe por al menos 100 millones de dólares.
Los principales cabecillas de la trama ahora desarticulada son los españoles Juan Batalla Juanola y su socio Marc Toscas. Los otros cinco detenidos, entre ellos el ciudadano dominicano que no fue identificado, figuraban como testaferros en el cobro de las comisiones.
Batalla Juanola es un empresario conocido en España por su papel en la compra de empresas al borde de la quiebra. En 2008, trabajó como director general de Fincas Corral, una inmobiliaria que quebró en 2010 dejando un agujero de 25 millones de euros (31 millones de dólares) y más de 500 afectados.