Peña Nieto habla de eficacia y AMLO de impugnación

El líder de la izquierda califica de "inequitativas" las elecciones

Seguidores de Enrique Peña Nieto y el PRI enarbolan sus banderas partidistas al conocerse el virtual triunfo de su candidato.

Seguidores de Enrique Peña Nieto y el PRI enarbolan sus banderas partidistas al conocerse el virtual triunfo de su candidato. Crédito: AP

MÉXICO, D.F.- Dos realidades del país quedaron exhibidas en el primer día después de la contienda electoral: la del candidato electo Enrique Peña Nieto que llamó a dar vuelta a la página, sumar esfuerzos y hacer las reformas de Estado y la del derrotado aspirante del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que anunció que impugnará los resultados.

“Es una vergüenza nacional”, dijo el izquierdista en un mensaje ante la cúpula de los partidos que lo apoyaron, el de la Revolución Democrática (PRD), el del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano.

“La elección está plagada de irregularidades antes, durante y después del proceso”, agregó.

Así que acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para pedir la revisión de cómputos, las actas de escrutinio y el voto por voto de algunas urnas, incluso la “violación a la constitución” porque considera que compitió en condiciones de inequidad frente al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que impulsó Peña.

Las tendencias se confirmaron en el Programa de Resultados Preliminares que dejó al ganador con 38.1 (18.7 millones de votos); a AMLO con 31.6% (15.5 millones); a Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional con el 25.4 (12.4 millones) y a Gabriel Quadri del Partido Nueva Alianza con el 2.3% (1.2 millones).

Confiado en su victoria, el candidato electo inició ya la etapa de la transición de gobierno: se dejó felicitar vía telefónica por los presidentes de Estados Unidos Barack Obama; de Colombia, Juan Manuel Santos; Chile, Juan Sebastián Piñera; Nicaragua, Daniel Ortega; Guatemala, Otto Fernando Pérez; de Uruguay, José Mujica, y de España, Mariano Rajoy.

Hizo el listado en una conferencia de prensa, a la que llegó de punta en guante con un traje negro y corbata roja. Feliz para anunciar que buscará al congreso para impulsar algunas reformas de Estado: la hacendaria, la laboral, la energética y la del Sistema de Seguridad Social.

Indicó, además que “el reto mayor… ahora es (que) el PRI en el gobierno demuestre eficacia… los resultados que la sociedad demanda, en esta condición democrática que hoy tenemos”, declaró. “Aquí el PRI creo que tiene una gran oportunidad de tener a su interior una reforma que acredite este cambio democrático, esta modernización del partido”.

Horas más tarde cientos de jóvenes se arremolinaron bajo una lluvia torrencial para rechazar ese triunfalismo frente al hotel de la alameda central de esta capital mexicana donde López Obrador hacía las conclusiones de la contienda electoral donde se disputaron 2,127 puestos de elección popular.

“Si hay imposición habrá revolución”, coreaban en espera de las acciones a seguir.

AMLO se debatía adentro para explicar las supuestas culpas de los gobernadores priistas para impugnar la elección. “Fue avasallador el comportamiento de los aparatos gubernamentales. Nada más el IFE registró más de tres mil incidentes en casillas, muchos en el estado de México”.

Afuera, Mariano Soberón, un seguidor del proyecto de izquierda, dijo ser testigo de la compra de votos por parte de los priistas en Tlalnepantla, Estado de México: a su cuñada le pagaron el equivalente en pesos a 250 dólares para que “comprara” credenciales del IFE que serían aparentemente utilizadas para favorecer a Peña Nieto.”A mí me la pidió, pero yo no acepté los 500 pesos que me daba”, afirma Soberón, un matemático de 30 años egresado del Instituto Politécnico Nacional que por falta de empleo trabaja en un taller mecánico.

“No iba a dar mi futuro por nada, pero hoy quiero que se haga justicia”.

Desde antes de las elecciones los candidatos del PAN, PRD Y PT acusaron al PRI de regalar tarjetas para comprar alimentos básicos, materiales para construcción y hasta dinero en efectivo. “En la campaña pedí que se fiscalizaran los recursos de los estados y no se hizo”, recordó López Obrador. “Si se limpia la elección no tengo duda de que sería (presidente) porque quitaríamos todos los votos que se compraron”.

El margen que separa al perredista de Peña Nieto es de poco de más de 3 millones de votos.

Sin haberlo escuchado, Cristina García, una odontóloga de 27 años que protestaba en la calle repitió entre lágrimas de rabia. “Tengo coraje porque la elección fue manipulada por la televisión y el dinero”.

Secundaba la marcha de miles de jóvenes del Movimiento Yosoy132 que marcharon en demanda de la erradicación de prácticas antidemocráticas que han dañado al país: compra y coacción de voto; violencia y manipulación de los medios de comunicación.

El candidato del Movimiento Progresista dijo con todo esperará la resolución de los tribunales antes de tomar alguna medida radical: toma de calles, plantones, movilización social como en el 2006.

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