Familiares y amigos se despiden de Yomo Toro
Recuerdan al “rey del cuatro” puertorriqueño como gran músico y ser humano.
Nueva York (EFE).- Familiares, amigos y admiradores del músico Yomo Toro han desfilado durante dos días ante el féretro del “rey del cuatro” puertorriqueño, que murió el pasado sábado en Nueva York y de quien destacaron tanto su amor por la música como su humildad.
Entre los que acudieron a despedirse de su amigo estuvieron el trombonista Jimmy Bosch y el pianista Larry Harlow, con quien el puertorriqueño grabó el álbum “Tributo a Arsenio”, que salió al mercado en 1970 y donde por primera vez se escuchó el cuatro en la salsa.
También políticos que al igual que los seguidores de Toro, que se estableció en Nueva York en 1953, lamentaron la muerte del artista, a quien también se le conoció como “el Jimi Hendrix de la salsa”. Sus restos han sido velados en una funeraria en El Bronx, condado donde vivía junto a su esposa Minerva, con quien estuvo casado tres décadas.
Toro, que se dio a conocer como interprete del cuatro, instrumento nacional de Puerto Rico (de diez cuerdas, parecido a la guitarra), murió a consecuencia de un fallo renal tras más de un mes en un hospital.
Dos arreglos de flores en forma de cuatro, uno de ellos sobre el ataúd del artista, que nació en Puerto Rico en 1933, así como otros en forma de la bandera de su país, destacan en la sala donde es velado y donde poco a poco han ido pasado sus familiares, fanáticos y amigos.
“Lo más que recuerdo de mi padre es verlo en tarima, su alegría por hacer feliz a la gente porque sabía que su gran amor eran el cuatro y la música”, dijo su hija Denise.
Denise y Minerva Toro agradecieron el apoyo que recibieron durante los últimos días en el hospital. “Muchas gracias por quererlo, por las llamadas. Nos han dado mucha fuerza”, dijeron.
Recordaron que varios artistas le visitaron en el hospital, entre ellos el pianista Eddie Palmieri, el compositor y director de orquesta Johnny Pacheco, uno de los fundadores de la Fania, y el cuatrista Edwin Colon Zayas, que viajó desde Puerto Rico para rendir tributo al músico, para quien tocó pocos días antes de que falleciera.
El cantante Marc Anthony también le envió flores al hospital acompañadas de sus deseos de recuperación.
“El es lo mejor que me ha pasado en mi vida”, dijo su viuda.
Rachel Faro, que produjo el disco “Celebremos Navidad” que Toro grabó en 1996, recordó al artista como “un virtuoso, un gran maestro, pero sobre todo, un gran ser humano”. “Podía tocar cualquier clase de música”, afirmó.
Héctor “Pucho” Alamo recordó a su amigo como su maestro del cuatro y también el mejor consejo que éste le dio.
“No solo fue un estupendo músico sino que era un gran ser humano. Le hacía feliz ver sonreír a la gente”, dijo Alamo, de 28 años, y recordó que el puertorriqueño, que tocaba todos los instrumentos de cuerda, siempre le aconsejó “que fuera humilde, que es eso lo que me llevaría lejos”.
Recordó como los mejores momentos junto al músico cuando éste le enseñaba “sus trucos” en la ejecución del instrumento con el que Toro se dio a conocer y que le llevaron a tocar junto a estrellas que van desde el estadounidense Harry Belafonte, al trío Los Panchos de México, los cubanos Vocal Sampling y Arsenio Rodríguez o el salsero Willie Colón.
Entre los más de 150 discos en que participó Toro figuran “Asalto de Navidad” en que la música típica de Puerto Rico y la salsa se fusionan y que 40 años después de haber salido al mercado, sigue siendo uno de los más vendidos en esa época.
Este fin de semana el grupo de Aurora y Zon del Barrio rendirán tributo a Toro y junto a ellos estará Toro Alamo.
“Los puertorriqueños y muy en especial los amantes de la salsa (que son muchos), alrededor del mundo, pierden a su mayor intérprete en el uso del instrumento del cuatro ‘boricua’, nuestro Yomo Toro, considerado como uno de los grandes patriotas musicales”, dijo en comunicado de prensa el asambleísta estatal Félix Ortiz.
Los restos de Toro, de 78 años, serán sepultados el viernes, en el cementerio San Miguel en el condado neoyorquino de Queens, donde descansan sus hijos Víctor y Patricia.