León se impone de la mano de Maz

Con 'gol fantasma' del atacante charrúa, los Panzas Verdes se llevan la Copa Campeón de Campeones.

Oswaldo Sánchez observa la acción entres sus defensas y un atacante del León, ayer.

Oswaldo Sánchez observa la acción entres sus defensas y un atacante del León, ayer. Crédito: CIRO CESAR / La Opinión

De la mano de Nelson Sebastián Maz, literalmente hablando, el Club León se impuso 2-0 a Santos Laguna en el duelo denominado Copa Campeón de Campeones efectuado ayer en el Home Depot Center.

El delantero uruguayo marcó el primer tanto del partido al 59′ al cabecear con gran fuerza un centro enviado al área por Óscar Masacorro.

En el 69′ se dio un tiro de esquina a favor del equipo esmeralda, y Maz empujó la pelota a las redes con un puñetazo.

La acción fue tan evidente que el jugador se tardó en celebrar la anotación esperando que el árbitro del encuentro, Alejandro Mariscal, marcara la mano.

Incluso, el público asistente reaccionó al gol hasta que se dio cuenta de que el nazareno convalidó el tanto.

Ante la incredulidad de ver que el juez central daba como bueno el gol, los integrantes del Santos encararon al árbitro para recriminarle su evidente equivocación.

De igual manera, los reclamos fueron para el juez de línea, Eduardo Mariscal, quien tuvo la jugada de frente y nunca levantó su banderín para marcar la flagrante mano de Maz.

Más allá de la controvertida jugada, la realidad es que el inmueble de Carson se convirtió ayer en la cueva del León.

Recreando un ambiente como si se estuvieran en el Nou Camp de la ciudad de El Bajío, los seguidores de los Panzas Verdes conformaron una atmósfera pocas veces vista en el inmueble de Carson.

“Leeooón… Leeooón… Leeooón”, fue el grito que se apoderó de las gradas del estadio y que hizo desaparecer los tímidos cánticos de los aficionados que estaban de parte del equipo de La Comarca.

Por mucho, los seguidores del cuadro esmeralda eran más en cantidad, y no se diga en cuestión de ambiente.

Con tamboras, matracas y cornetas que no pararon de sonar, los fanáticos expresaron la devoción que sienten por el equipo del Bajío.

La algarabía de los fanáticos del sur de California se convirtió en un verdadero festejo para celebrar la llegada del León al máximo circuito del fútbol mexicano después de permanecer 10 años en la División de Ascenso.

La intensidad que se despertó en el graderío se transportó al terreno de juego, en donde ambos equipos dieron un gran espectáculo.

En ningún momento se sintió que el partido se trataba de un duelo de pretemporada para ambas escuadras.

Lo electrizante del choque llevó a que surgieran enfrentamientos entre jugadores y que se desataran broncas en las gradas entre los aficionados.

Al minuto 42,el arquero de Santos, Oswaldo Sánchez, y el defensa del León, Luis Nieves, iniciaron los empujones provocando que el árbitro detuviera la actividad durante un par de minutos.

La acción se dio cuando Nieves llegó con los tachones por delante para tratar de rematar un centro, el portero del Santos tapó el balón y después fue a increpar al integrante del cuadro esmeralda.

La agitación en la cancha hizo que el público que estaba atrás de la portería de los Guereros lanzara un cohetón y objetos al terreno de juego.

Tras la trifulca entre Sánchez y Nieves, el nazareno dio por concluida la primera mitad del encuentro ante 17,425 espectadores que aplaudieron el esfuerzo de ambos equipos por agradar.

El segundo tiempo inició con la misma intensidad con la que los equipos se fueron al descanso.

Cuando no se llevaban ni 30 segundos del período complementario, Maz, quien acababa de ingresar a la cancha, fue amonestado por una dura entrada sobre Felipe Baloy.

El ingreso de Maz fue uno de los tantos cambios que los técnicos de ambas escuadras realizaron para darle minutos a la mayor parte de sus jugadores.

Tras recibir la tarjeta amarilla, Maz se hizo notar por lo que más se le conoce, y fue así que con sus dos anotaciones liquidó un partido vibrante.

Por el León, Edwin Santibáñez se destacó por ser la bujía y el líder del equipo.

Corriendo, dando instrucciones y distribuyendo la pelota, el mediocampista tomó la batuta del encuentro.

Por parte de Santos, Gerardo Lugo se movió por las dos bandas y ocasionó varias jugadas de peligro que no obtuvieron recompensa alguna.

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