Víctor Cruz de la nada al estrellato

Póster interior autografiado de Víctor Cruz, el exitoso receptor de los Giants de Nueva York.

Póster interior autografiado de Víctor Cruz, el exitoso receptor de los Giants de Nueva York. Crédito: Al Bello (proporcionada)

Víctor Cruz, uno de los deportistas más populares del momento, quiere que su éxito sirva de inspiración a otros. Con eso en mente, el receptor de los Giants de NY plasmó su historia en su autobiografía Victor Cruz: Out of the Blue, que salió a la venta esta semana. La publicación en español estará en las librerías en septiembre próximo.

“Yo sólo quiero inspirar a la gente”, dijo Cruz en entrevista telefónica con El Diario La Prensa.

“Quiero decirles que si enfrentan diferentes situaciones y aunque piensen que no pueden superarlas, que lean mi libro y vean lo que yo tuve que superar”, agregó el deportista nacido en Paterson, Nueva Jersey.

El hijo de madre puertorriqueña y papá afroamericano indicó que en su obra cuenta todo -“lo bueno, lo malo, no dejé nada fuera. Toda mi historia está en este libro”.

Su padre, Mike Walker, un bombero de la estación Riverside, y su mamá, Blanca Cruz, le apoyaron en el deporte a fin de mantenerlo alejado de las calles, donde la violencia y las drogas eran el pan de cada día.

“Hay mucha violencia, muchas drogas en Paterson. Creciendo allí yo vi mucho de ello”, manifestó.

“Pero quiero decir a la gente que hay otro lado bueno de Paterson: hay diferentes programas, hay baloncesto, otros deportes, buena educación, diversas oportunidades para los niños, en lugar de estar en las calles y caer en la violencia, en las pandillas”, añadió.

Tras graduarse de la secundaria Paterson Catholic High, Víctor fue admitido en la Universidad de Massachusetts (U-Mass), campus de Amherst. Consiguió graduarse, pero no sin antes ser expulsado dos veces por sus bajas calificaciones.

“Era un poco difícil concentrarme”, justificó Cruz. “Estando fuera de la casa por primera vez, lejos de mi mamá y de mis padres, era algo nuevo para mí. Tuve algunos problemas para mantenerme concentrado. Estaba más preocupado por el fútbol que lo que pasaba en el salón de clases”, acotó el gigante.

Pero indicó que aprendió la lección. Tomó clases en colegios comunitarios y por sus calificaciones ‘A’ y ‘B’ fue readmitido en U-Mass, donde se reintegró al equipo de fútbol y obtuvo su título. “Lo que quería era graduarme, para hacer feliz a mi mamá”, aseguró.

“Mi mamá había hecho tantos sacrificios por mí, haciendo tantas cosas que una buena madre está dispuesta a hacer para asegurarse que su hijo tenga todas las oportunidades de terminar la escuela y hacer realidad su sueño”, expresó.

A los 20 años, recibió la noticia del fallecimiento de su padre.

El cuerpo sin vida de Walker fue descubierto en su apartamento en Passaic en marzo de 2007. Se había suicidado, llevado por la depresión, luego de haber sido despedido de su trabajo al no poder reintegrarse, tras haber sufrido un accidente vehicular, en el que se rompió el cuello.

El Departamento de Bomberos, al que sirvió por cerca de 24 años, no le reinstauró en su trabajo, a pesar de que el despido fue ilegal.

Su padre, su entrenador de las ligas menores, su más grande fan, ya no estaba más. No estaba para ver el sueño de Víctor hecho realidad, para celebrar sus touchdowns en la NFL.

Cruz admite que escribir sobre la muerte de su progenitor fue duro.

“Pienso que eso fue lo más difícil. Nunca había hablado de forma tan abierta hasta que tuve que escribir un libro… pero definitivamente ésa fue la parte más difícil”, reiteró.

Seis meses después de la muerte de su papá, el abuelo de Cruz también falleció, por cáncer de próstata.

La llegada a la NFL no le fue fácil. El día del draft de 2010 no recibió una llamada, pero nunca perdió la fe.

“No era el atleta más destacado, pero sabía que tendría mis oportunidades para tratar de integrar algún equipo y que sacaría el mejor provecho. Eso es lo que hice, eso es lo que tenía en mente, y me permitió salir adelante”, señaló Cruz.

Esa oportunidad le brindaron los Giants. Trabajó fuerte e hizo el equipo. Y el resto es historia: ayudó a los Giants a coronarse campeones del Super Bowl XLVI tras vencer 21–17 a los Patriots en febrero pasado.

Cruz dice que no habría llegado a donde está si no fuera por su madre. Y fue ella quien le instó a que escribiera su autobiografía.

Ayudado por Peter Schrager, hoy la obra es una realidad. Es el colofón de un año de éxitos, tras el nacimiento en enero de su primogénita Kennedy, producto de su larga relación con su novia, Elaina Watley.

Para Cruz, nada supera el nacimiento de su hija, ni siquiera el campeonato de la NFL.

A los 25 años, Cruz, el joven de la amplia sonrisa, ha demostrado que con trabajo fuerte se puede allanar el camino al éxito, venciendo cualquier adversidad.

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