Bienvenido a high school

Uno de los momentos más importantes para un adolescente y su familia es iniciar esta nueva etapa escolar.

El inicio de un nuevo ciclo trae consigo una serie de cambios, representa logros e implica también prepararse para ir en pos de otras conquistas. Igual es el ingreso de tu hijo a high school, ahora, requerirá de más libertad, experimentar su independencia, enfrentar otros retos por sí solo ¿y qué decir con respecto a ti?

Poco a poco vas a darte cuenta que ha llegado el momento de dejar que vuele y quedarte tranquila, con la confianza de que todos esos años de formación en los que fuiste testigo fiel de sus logros, lo guiaste y aconsejaste, deberán rendir sus frutos.

No cabe duda de que él por su parte estará feliz y ansioso por empezar su camino. Tú en tanto tendrás que aprender a abordar tu relación con tu hijo de otra forma y haciendo uso de un acto de magia que si nunca habías practicado lo tendrás que hacer: mantenerte cerca pero sin asfixiarlo, dejarlo actuar mientras confías en que tomará buenas decisiones y estar cerca de él de una forma tan discreta que apenas perciba que sigues con ilusión sus pasos.

Nohemí Díaz, catedrática de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que para muchas mamás, sobre todo cuando han tenido una relación muy cercana con su hijo, llegar a esta etapa puede ser un tanto doloroso porque socialmente es un periodo en el que se empuja a los chicos a tomar las riendas de su vida: Son muchas las escuelas en las que son ellos mismos quienes tienen que realizar todos sus trámites sin la compañía de sus padres, necesitan disponer de tiempo suficiente para hacer trabajos y cumplir con los compromisos sociales que a partir de ese momento, tendrá.

“Para las madres se puede generar un sentimiento de tristeza al darse cuenta que poco a poco el chico se convierte en adulto y que eso implica comenzar una vida aparte en la que ella estará presente, pero no de la misma forma que cuando él dependía completamente incluso para transportarse. Esta falta de control sobre cada uno de los actos del joven también genera preocupación que puede convertirse en ansiedad cuando la mamá es aprehensiva, y si no se pone un límite hay un riesgo de que esto sea un detonante para fracturar la relación entre ellos, por más sana que sea”, dice la experta.

Si fuera necesario seleccionar una palabra clave de la que deberás hacer uso y práctica en este momento de vida, ten por seguro que esa sería ‘confianza’, y que abarca todos los sentidos, desde la que vas a depositar en tu hijo como la que deberás tener en ti misma, en el trabajo que has hecho.

Una forma de darle equilibrio a esta etapa es buscando apoyar a tu hijo para que adquiera más seguridad en sí mismo, es abriendo los canales para que la comunicación dice la especialista. “Él debe saber que tiene la posibilidad de acercarse a sus padres para abordar el tema que quiera y hasta donde desee abrirse, esto significa que a los papás les corresponde respetar su privacidad y no insistir ni tratar de enterarse por otros medios de lo que ocurre con su hijo. Este es el primer voto de confianza que se le da y es un hecho que si tiene inquietudes o algún problema, tendrá la certeza de buscar una guía en ellos”.

Recorrer el camino juntos, significa no dejarse de lado nunca ni tampoco que dejes de estar al pendiente de él. Con respecto a los permisos y salidas con sus amigos es recomendable que procures acuerdos como el hecho de que siempre sepas con quién y a dónde irán, contar con los teléfonos de todos ellos para localizarlo en caso de que sea necesario y comprometerlo a que respete los horarios y condiciones de salida, si bien es cierto que puede discutirte que lo tratas como si fuera un niño, tu principal argumento es que para ser libre el primer requisito es ser responsable y que, por otro lado, tu intención solamente responde a tu necesidad de cuidar que sea feliz.

La especialista toca un tema muy especial y es el hecho de que recuerdes que a partir de ahora tu hijo empieza su camino a la independencia, por lo que ahora dispondrás de más tiempo para ti o para dedicar a tus hijos menores si los tienes, así que proyecta tu vida a partir del nuevo escenario que se te presenta: retoma estudios, haz alguna actividad que te entusiasme y que te ayude a seguir creciendo, esta es la única forma en que la por paradójico que parezca, tú y tu hijo podrán desarrollarse por separado, en la medida en que cada uno lo haga de forma individual.

Este nuevo periodo indudablemente va a estar lleno de muchas satisfacciones y experiencias, no lo sufras, disfrútalo y acompáñalo en su camino a la adultez.

Para leer

Cómo mejorar la relación con tu hijo adolescente

Penny Palmano

Editorial Oniro

Colaboración de Fundación Teletón México

“El principio de la paciencia empieza por uno mismo”

Bojorge@teleton.org.mx

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