Panadería les cambia la vida
García es una de las primeras graduadas en panadería profesional "Hot Bread Kitchen", una organización sin fines de lucro que provee adiestramiento pagado en esta área de las artes culinarias a mujeres, especialmente inmigrantes de escasos recursos económicos.
El Barrio – Para dejar de recibir la asistencia pública que le permitía mantener a sus cinco hijos, la madre mexicana Antonia García decidió no sólo ganarse el pan de cada día sino también aprender a hornearlo.
García es una de las primeras graduadas en panadería profesional “Hot Bread Kitchen”, una organización sin fines de lucro que provee adiestramiento pagado en esta área de las artes culinarias a mujeres, especialmente inmigrantes de escasos recursos económicos.
“Este programa me cambió la vida, porque ahora trabajo y gano lo suficiente para mantener a mi familia, y ya no dependo de ninguna ayuda del gobierno”, dijo García, quien después del curso se quedó como empleada de Hot Bread Kitchen y es supervisora de producción de pan.
El programa, llamado HBK Incubator, fue lanzado en 2011 y ha sido tan exitoso que Hot Bread Kitchen, recientemente abrió oficialmente al público su panadería de venta al detalle, Hot Bread Almacén, localizada en el 1590 de la avenida Park y la calle 115, dentro de La Marqueta de El Barrio, en Manhattan.
Beatriz Mieses, enlace comunitario de HBK, dijo que el Hot Bread Almacén, abierto de lunes a sábado de 8 a.m. a 5 p.m., ofrece platos especiales como el Bialy al Barrio, un tipo de pan con cebolla cocinado con un huevo, que la gente puede comer de desayuno con un poco de salsa picante.
“Tenemos una línea de cerca de 40 panes de diferentes países, que representan las nacionalidades de las mujeres que participan en el programa de entrenamiento, desde tortillas mexicanas, hechas con maíz natural sin aditivos químicos, hasta el famoso Ms’Man, un pan de Marruecos”, dijo Mieses.
Jessamyn Rodríguez, fundadora y CEO de Hot Bread Kitchen, dijo que comenzó su organización, como muchos empresarios de comida, en su casa, inicialmente horneando pan con un pequeño grupo de mujeres y vendiéndolo en los mercados de agricultores locales. “Lo mejor de tener un negocio como éste, es trabajar con mujeres de diferentes países y ver lo muy motivadas que están de mejorar sus condiciones de vida”, dijo Rodríguez.
Además del programa de panadería, HBK tiene una incubadora de empresas culinarias, enfocada en negociantes pequeños que no tienen el capital suficiente para instalar una procesadora de comida.
Una de las beneficiarias de esta cocina comercial es Lérida Mojica, cuya fábrica de paletas de bizcocho ya se está abriendo mercado en Nueva York.
En el programa de entrenamiento en panadería hay actualmente 14 mujeres, pero HBK tiene capacidad para 80. Para participar, se llena una solicitud, le hacen una entrevista y verifican cómo se desenvuelve en una panadería, y si tiene las aptitudes queda contratada, y comienza ganando un salario de $9 la hora. El curso dura un año, y las panaderas tienen dos opciones de graduación, una en gerencia y otra en panadería.
Para información, llame al 212-369-3331, ó visite el sitio web: http://www.hotbreadkitchen.org.