‘Aquí no hay capos’ dice un alto funcionario

Los capos mexicanos son los que controlan el negocio de las drogas y están asociados con pandillas para su distribución en Estados Unidos.

En Estados Unidos no hay capos del narco como lo son los afamados Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ismael “El Mayo” Zambada o como lo fueron los hermanos Arellano Félix, aseguró el subsecretario del Buró Internacional Anti-Narcóticos del Departamento de Estado, William Brownfield.

Según este alto funcionario del gobierno estadounidense, que fue embajador en Chile, Venezuela y Colombia, los capos mexicanos son los que controlan el negocio de las drogas y están asociados con pandillas para su distribución en Estados Unidos.

El gobierno estadounidense ha tenido un gran éxito desde los años 50 combatiendo a las mafias dentro de su territorio, aseguró Brownfield.

Es por ello que ya no figuran personajes como Charles “Lucky” Luciano, Al Capone o John Gotti que en el pasado eran los temidos jefes mafiosos en Estados Unidos.

La agencia antinarcóticos que dirige Brownfield ofrece programas para el combate al narco y crimen internacional en 72 países, además de apoyo en capacitación de policías y administración de justicia.

En entrevista para La Opinión, Brownfield aseguró que en los próximos dos años se verá un progreso en la lucha contra el narco que emprendió el presidente mexicano Felipe Calderón.

Sin embargo advirtió que el problema se está trasladando a Centroamérica.

En 1972 el entonces presidente Richard Nixon declaró la llamada “guerra contra las drogas”, una expresión que dejó de ser usada en 1993, cuando el presidente Bill Clinton estableció que se trataba de una estrategia y no de una guerra.

“Después de 40 años hemos aprendido muchas lecciones, este proceso es mucho más que una guerra contra los narcotraficantes, es un esfuerzo para atacar criminales, es un proceso de generaciones, no de meses ni de años”, mencionó.

Ese proceso, dijo, es cambiante, ya que en la década de los 80 el problema se enfocaba en el Caribe, que era la principal ruta de la droga a Estados Unidos.

“En los 90 el enfoque se convirtió en Colombia, con el éxito del llamado Plan Colombia el problema se trasladó a México y ahí está el punto de enfoque de nuestros esfuerzos”, señaló.

“En mi opinión creo que vamos a ver progreso bastante medible en México en los próximos dos años, pero ya vemos el traslado del problema a América Central”, agregó.

– ¿Por qué tan optimista?

“Admito que sufro de ser optimista no solo en esto, sino en otras áreas, pero le ofrezco el siguiente análisis:

“En México había organizaciones masivas que funcionaron hasta por 15 años casi sin resistencia por las instituciones del estado, debido a ello tuvieron mucho éxito en organizarse y hacer su negocio.

“Desde el año 2007, cuando el gobierno mexicano con el apoyo de Estados Unidos y otros gobiernos decidió enfrentar, confrontar y combatir a esas organizaciones vimos una reacción porque jamás habían sido amenazadas y en 2008 encontraron resistencia y operaciones policiales en contra de sus acciones criminales.

“Es exactamente lo que hicimos en Colombia en los años 90, cuando las dos organizaciones criminales más grandes del mundo, el cartel de Medellín y el cartel de Cali recibieron por primera vez presión del estado reaccionaron de manera fuerte, sangrienta, repulsiva y repugnante.

“Eso es lo que estamos viendo en México en estos momentos”.

Como ejemplo de organizaciones criminales que han sido presionadas y cuyo liderazgo está seis pies bajo tierra o tras las rejas, puso al cartel de los Arellano Félix, a la que consideró sin capacidad de funcionar como organización coherente a nivel nacional e internacional.

“Vemos el comienzo del fin de esas organizaciones grandes”, aseguró.

La violencia que se vivía en Medellín y Cali, recordó, tenía el mismo objetivo que en México, de intimidar a las policías, al gobierno y a las instituciones.

“En Colombia en los 90 el mecanismo de preferencia de los carteles eran las bombas, que provocaban centenares de muertos con cada explosión. En México ha sido más repulsivo, porque están tratando de mandar un mensaje vulgar e intimidante con el maltrato de cadáveres”.

– ¿Considera que durante el sexenio de Calderón se vio fortalecido “El Chapo” Guzmán?

“No voy a dar opiniones del momento en que estamos con cada organización, lo que veo yo es un proceso, una decisión del gobierno mexicano de combatir, reducir y eventualmente eliminar o por lo menos eliminar la capacidad de esas organizaciones criminales.

“Sin duda alguna ha tenido más éxito con algunas organizaciones que con otras, pero el proceso requiere de años. Si me preguntas si el gobierno mexicano ha hecho mucho progreso en este esfuerzo durante los 5 años y 8 meses del gobierno de Felipe Calderón, yo diría que sí, que cualquier cártel criminal en México diría que su empresa ya es mucho más complicada y difícil hoy que hace seis años”.

– Si en México son “El Chapo” Guzmán, “El Mayo” Zambada o fueron los Arellano Félix, en Estaddos Unidos, ¿quiénes son los capos?

“En Estados Unidos tuvimos éxito en los años 50 y 60 en eliminar o reducir la influencia de la llamada mafia, en términos de desmantelar su liderazgo y capacidad de operar.

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