Puro cine de conciencia

MÉXICO, D.F.- Con la proyección del documental La guerra invisible (EEUU, 2011), escrito y dirigido por Kirby Dick, se inauguró el jueves el 5º Festival Internacional de Cine en Derechos Humanos “Testigo, Cine para actuar”, que se desarrollará hasta el 30 de agosto en varias sedes de la capital mexicana.

Previo a la proyección, la fundadora y directora del encuentro fílmico, Lorena Guillé-Laris, manifestó que el cine es el arte que maneja de manera más completa la experiencia humana, y su mayor contribución a la sociedad es su incidencia socializadora.

“El cine es una herramienta fundamental para contribuir a crear conciencia sobre temáticas sociales relevantes”, afirmó.

Abundó que no hay mejor manera de incidir socialmente que promoviendo los derechos humanos a través del cine, es así que en 2008 se dio inicio al festival dedicado a este importante tema, “a lo largo de estos cuatro años se han proyectado 114 largometrajes y 35 cortos que se han visto en 240 salas de cine por más de seis mil personas.

“[Testigo, cine para actuar] hace un llamado a la concientización y acción de todas esas personas que en su día a día son testigos de lo que sucede en nuestra sociedad, convencidos de que ser testigos moviliza voluntades y nos compromete a la búsqueda de justicia”, expresó.

Por su parte, el director general del Frente Mexicano Proderechos Humanos y del Frente Internacional de Derechos Humanos, mensajero de la Paz de las Naciones Unidas, Benjamín Laureano Luna, dio un panorama general de la lucha en defensa de los Derechos Humanos.

“Agradezco la oportunidad de estar aquí y comparto con ustedes que yo conocí a algunos de los creadores de la declaración universal de los derechos humanos, el primer documento de gran trascendencia, incluso en el tiempo en que fue creado se le denominó la segunda Biblia para la humanidad”, expresó.

En el acto inaugural también estuvieron presentes el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Hernández Valencia; el subsecretario ejecutivo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, José Luis Gutiérrez, y el director ejecutivo de Proderechos Humanos, Raúl Arias, entre otros.

Una vez inaugurado formalmente el festival, se proyectó la cinta La guerra invisible, un documental de investigación sobre las violaciones que se cometen dentro de las bases militares de Estados Unidos, con testimonios de varias mujeres que en su afán por servir a su patria han sido ultrajadas por sus propios compañeros o militares de altos mandos.

Otras de las películas que integran el 5º Festival Internacional de Cine en Derechos Humanos “Testigo. Cine para actuar” son: Invocando justicia, Camera obscura, La sala de espera, Mía, El experimento argentino, Impunidad, Reportero, Michael, crónica de una obsesión y Los ojos de la guerra, entre otras.

Los cinco documentales que participan en la competencia son: El albergue, del cineasta Alejandra Islas; Cuates de Australia, de Everardo González; Flor en otomí, de Luisa Riley; Félix: Autoficciones de un traficante, de Adriana Trujillo; Lecciones para una guerra, de Juan Manuel Sepúlveda, y Silvestre Pantaleón, de Roberto Olivares.

El ganador se llevará el premio La mano firme, escultura creada por Héctor Velázquez; un apoyo económico para la posproducción para el siguiente trabajo del director ganador.

El jurado está conformado por la periodista Lucero Solórzano; el especialista en derechos humanos José Antonio Guevara y el cinefotógrafo Eugenio Polgovsky.

A la par de la programación se llevan a cabo actividades paralelas como el DH LAB, que es un conjunto de talleres y seminarios dirigidos a organizaciones de la sociedad civil.

Asimismo, eventos especiales que incluyen exposiciones, funciones al aire libre y conciertos, además de diversas actividades con universidades e instituciones que se realizan a lo largo del año.