Cineasta mexicana convence en Venecia

Natalia Beristáin presenta su debut en Venecia

La directora Natalia Beristáin (centro) con las actrices Adriana Roel (izq.) y Mariana Gaja, ayer en Venecia.

La directora Natalia Beristáin (centro) con las actrices Adriana Roel (izq.) y Mariana Gaja, ayer en Venecia. Crédito: EFE

VENECIA, Italia.— La joven cineasta mexicana Natalia Beristáin convenció ayer en el 69 Festival Internacional de Cine de Venecia con su filme No quiero dormir sola, un debut como directora que encierra una historia muy personal y con la que opta al llamado León del Futuro.

Dentro de la sección paralela de la Semana Internacional de la Crítica, la película de Beristáin, producción mexicana de 83 minutos de duración, fue proyectada ayer, por primera vez, en La Mostra con una gran acogida por parte de la prensa y la industria cinematográfica.

No quiero dormir sola lleva a la gran pantalla la historia de Amanda, una joven mexicana que debe hacerse cargo de su abuela, Dolores, con quien no ha tenido mucho contacto en los últimos años y que, con problemas de alcoholismo y Alzheimer, necesita de alguien que se ocupe de ella.

La idea de esta historia, que habla de la vejez, la pérdida de la memoria y la belleza desde un punto de vista femenino, le llegó a la cineasta cuando, en pleno trabajo en un proyecto cinematográfico tuvo que ocuparse de su abuela, la difunta actriz Dolores Beristáin, al acusar esta problemas de salud.

“Este proyecto me supuso una especie de válvula de escape. Me ahorré varios años de psicólogo. Era un momento en el que me resultaba más fácil enfrentarme a la realidad con el papel, en la escritura del guión”, comentó ayer Beristáin en una entrevista.

Esa terapia que le supuso a la cineasta la preparación de este proyecto, protagonizado por Mariana Gajá (Amanda) y Adriana Roel (Dolores), queda lejos de cualquier tipo de pudor a la hora de ver reflejada una historia tan personal en la gran pantalla, que muestra un proceso vital tan íntimo.

“Pensé que tendría pudor al verla, pero una de las cosas con las que me siento más a gusto y tranquila es que, justo cuando la vi por primera vez, después de toda la postproducción, hubo varios momentos en los que olvidé que la había hecho yo. Creo que eso es lo que me dejó mejor sabor de boca. El pudor ya lo había dejado atrás hace un rato. Si no, no la habría podido hacer nunca”, comentó.

Envueltas por un mundo en el que los hombres aparecen como una mera comparsa, casi como fantasmas ocasionales, Amanda y Dolores descubren que la presencia masculina, lejos de ser necesaria, es más que prescindible, algo que llama la atención por el título de la película.

“Ellas descubren que estando solas están mejor, más a gusto, más en su propia piel, que ya no existe esta necesidad de tener al hombre al lado para sentirte completa”, dijo la cineasta mexicana.

Beristáin precisó que el mensaje que quiere transmitir no solo va dirigido a ellas, pues los pocos hombres que en México han visto ya la película le han felicitado por el hecho de que no pretenda “presentar con romanticismo a la mujer”.

“Es más una cosa de descubrir que no necesitamos el estándar de la pareja para estar a gusto con uno mismo, sea hombre o mujer”, apuntó la cineasta, quien aventuró que esta película también podría haber salido de la mano de un director, con otros matices y un poco más de diálogo y protagonismo para los personajes masculinos.

Dentro de un Festival de Venecia con un mayor número de directoras que en otras ocasiones, Beristáin reivindica la sensibilidad femenina en el cine. “Hay una cosa de género donde percibimos las cosas de distinta manera. Supongo que hay una mirada femenina, que en las últimas fechas es más contundente, porque hay más mujeres presentando películas”, sentenció.

A la proyección del filme asistió el jurado del premio Luigi de Laurentiis a la Mejor Ópera Prima, el llamado León del Futuro, un galardón al que opta Beristáin, quien ya escribe un nuevo guión, con colaboración masculina, sobre el tema de la violencia en México.

“El solo título del León del Futuro significa demasiadas cosas. Creo que lo que es increíble es poder estar en un festival como este, en una sección como la Semana de la Crítica, en cuyo programa notas un cariño y un cuidado especial por las primeras películas y las nuevas voces del cine”, afirmó la cineasta.

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