Naturalizados tienen ventajas
Los ciudadanos naturalizados ganan entre 50% y 70% más que los no ciudadanos, señala un estudio
La obtención de la ciudadanía estadounidense tiene diversos beneficios, algunos más obvios, como votar y participar del sistema político del país y otros menos conocidos: los inmigrantes naturalizados tienden a tener mayores ingresos económicos que los no naturalizados y también han resistido mejor la recesión que los no ciudadanos e incluso que los nativos de Estados Unidos.
De hecho, los ciudadanos naturalizados ganan entre 50% y 70% más que los no ciudadanos, tienen niveles más altos de empleo y tienden a una menor incidencia de la pobreza. Por otra parte, el ingreso de los ciudadanos naturalizados disminuyó sólo un 5% en promedio, mucho menos que el 8% de los nacidos aquí y el 19% de los no naturalizados. El estudio no explica las razones de este último fenómeno, sólo que ocurre.
El más reciente reporte del Migration Policy Institute, un centro de investigaciones no partidario en Washington, D.C., explica la gran brecha entre los ingresos de los naturalizados y de los que no lo son luego de analizar otros estudios y cifras.
“Hay una gran diferencia entre la capacidad de ganancia económica de los ciudadanos naturalizados y los que no lo son”, apuntó la investigadora principal del estudio, Madeleine Sumption. “Parte de la razón viene de las propias características de estos inmigrantes, por ejemplo, que hablan el inglés con más fluidez y que generalmente tienen mayor nivel educativo”.
Aunque los datos señalan que los inmigrantes con más educación tienden más a la ciudadanía, estas y otras características no son suficientes para explicar una diferencia tan grande en ingresos. Al parecer, hay otros beneficios que vienen con el pasaporte y la capacidad de votar en elecciones a todo nivel.
“Una de las razones es el acceso a trabajos más estables y mejor remunerados. Algunos son del sector público, otros del sector privado, pero que requieren algún tipo de habilitación de seguridad (security clearance), y aún otros trabajos para los que el empleador puede preferir la contratación de ciudadanos.
Luz Estela Virgen, de 46 años y residente de Bell, es un ejemplo del tipo de profesional que se benefició de la ciudadanía luego de naturalizarse en 1993. Originaria de Jalisco, México, y educada en EEUU desde el octavo grado, esta ingeniera mecánica vio mejorar su situación laboral tras obtener el pasaporte estadounidense.
Virgen trabajaba en la empresa aeronáutica McDonnell Douglas cuando Boeing la compró y requirió que las personas en la mayoría de los trabajos de liderazgo fueran ciudadanas.
“Al ser ciudadana pude participar en otros proyectos que tenían este requisito, con mejor paga, beneficios y oportunidades de trabajar con grandes innovadores”, dijo la ingeniera. “Cuando Boeing nos adquirió, para mí fue una bendición tener la ciudadanía”.
Sin ciudadanía, Virgen no hubiera podido acceder a los proyectos más importantes y al puesto de liderazgo que hoy ostenta, donde maneja a otros 20 ingenieros.
Otra posible razón por la cual los naturalizados ganan más también tiene que ver con la decisión subjetiva de los empleadores entre contratar a alguien con ciudadanía o sin ella.
“En algunos casos, los empleadores pueden decidir que es más fácil o confiable contratar a personas que puedan presentar un documento definitivo, como un pasaporte”, dice el estudio.
A pesar de los beneficios de la ciudadanía, unos ocho millones de personas son elegibles para naturalizarse y no lo han hecho. Muchos de ellos son latinos y su relativamente menor tasa de naturalización tiene que ver con variables como la educación, nivel socioeconómico y fluidez en el idioma.
El estudio también revela que la tasa de naturalización en Estados Unidos es mucho más baja que la de otros países desarrollados, significativamente más baja: poco más del 40%, mientras que en Canadá 79% de los inmigrantes son ciudadanos, y 68% en Australia.
En EEUU existe algo que no hay en esos países: un alto número de inmigrantes que han estado en el país por muchos años y están indocumentados. Pero también hay otra razón: no hay una política coherente de integración y ciudadanía para inmigrantes en los Estados Unidos.
“Los países mencionados trabajan activamente para promover la naturalización y tienen programas más coherentes de integración para sus inmigrantes”, dijo la investigadora. “Ese no es el caso de Estados Unidos, que tiene programas aislados, generalmente impulsados por organizaciones no gubernamentales, pero no por el gobierno nacional”.