Buscan a los asesinos
Oficiales tratan de ubicar a asesinos de agente fronterizo
PHOENIX, Arizona.- Varios investigadores inspeccionaron el miércoles una zona desértica cerca de los límites entre Estados Unidos y México en busca de evidencias del ataque a tiros que ocasionó la primera muerte violenta de un agente de la Patrulla Fronteriza desde 2010.
Nicholas Ivie y un colega realizaban un recorrido de vigilancia en el desierto de Arizona antes del amanecer del martes cuando sobrevinieron los disparos, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza.
Ivie, de 30 años, pereció en el lugar. El otro agente, cuyo nombre no se ha revelado, resultó herido de bala en un tobillo y en los glúteos pero se le dio de alta de un hospital el miércoles.
Fue el primer ataque a tiros que causa el deceso de un agente fronterizo desde 2010, cuando ocurrió una balacera mortífera en la que participaron delincuentes mexicanos. Aquel tiroteo derivó en investigaciones del Congreso federal en torno de una investigación fallida del gobierno sobre el tráfico de armas a México.
No se han realizado arrestos por el ataque del martes, pero las autoridades sospechan que más de una persona abrió fuego contra los agentes.
Tampoco se encontraron armas en la zona, de acuerdo con un funcionario de las autoridades federales, quien habló a condición de permanecer anónimo porque no se ha difundido información sobre las pesquisas.
Un funcionario del FBI dijo el martes que la inspección de la escena del crimen llevaría varios días.
Los agentes realizaron recorridos a caballo, a pie, en vehículos todoterreno e incluso en cuatro helicópteros por una zona que se ha utilizado antes para el contrabando.
Ivie vivía en Sierra Vista con su esposa y sus dos hijas menores.
El presidente Barack Obama llamó el martes a la familia de Ivie para expresar sus condolencias y mostrar su gratitud por “el servicio desinteresado” que el agente realizó por el bien del país, de acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca.
Las autoridades instalaron un puesto de control en un camino de tierra a unos 11 kilómetros (siete millas) al sureste de Bisbee. Agentes fronterizos en el retén se negaron a hacer declaraciones e impidieron a los reporteros ir más allá.
En el área cerca de donde ocurrió el tiroteo hay esparcidas casas, remolques y haciendas pequeñas. Arboles de mezquite y arbustos de creosota salpican el paisaje, con una cordillera de montañas cerca hacia el oeste.
El gobierno ha colocado miles de sensores a lo largo de la frontera que, cuando se activan, avisan a los operadores que deben enviar a agentes a una ubicación en particular.
Los agentes fueron atacados en una zona desértica y escarpada, unos ocho kilómetros (cinco millas) al norte de la frontera, a donde habían acudido luego que se activó una alarma por uno de los cientos de sensores colocados en la línea que divide a los dos países, dijo Carol Capas, vocera del jefe de la policía local. No se sabe si los agentes respondieron al fuego, agregó.