Ataque contra consulado de EE.UU. en Libia no estuvo precedido de protesta
El ataque armado en el que murió el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, no estuvo precedido por protestas sobre un video antimusulmán.
Imagen sin fechar del Embajador de los EE.UU. en Libia, Christopher Stevens. Crédito: EFE
Washington .- El ataque armado contra el consulado de EE.UU. en Bengasi, en el que murió el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, no estuvo precedido por protestas sobre un vídeo antimusulmán, según informaron fuentes del Departamento de Estado a la CNN.
Las fuentes del Gobierno estadounidense detallaron que no se registraron altercados y protestas por el vídeo de internet que hacía mofa del Islam en las inmediaciones de la legación el pasado 11 de septiembre, como ocurrió en otras capitales musulmanas como El Cairo (Egipto).
A las 7:30 de la tarde de aquel día, Stevens se reunión durante una hora con un diplomático turco y hasta entonces todo estuvo tranquilo en las inmediaciones y “no había nada inusual”.
Poco después, Stevens, experimentado diplomático en el mundo árabe, se retiró descansar sobre las 9 de la noche.
Según los detalles del Departamento de Estado a las 9:40 las personas dentro del consulado vieron en las cámaras de seguridad como hombres armados invadían las instalaciones diplomáticas.
Estas declaraciones que desvinculan el ataque al consulado de Bengasi, donde fallecieron, además de otros dos estadounidenses encargados de la seguridad, se dan un día antes de que un comité de la Cámara de Representantes de EE.UU. comience una investigación sobre los fallos de seguridad y las características del ataque, que podría estar vinculado con grupos extremistas que operan en África.
Las fuentes del Departamento de Estado definieron la inesperada emboscada como “un ataque sin precedentes” en la historia de la diplomacia reciente de Estados Unidos.
Los detalles del Departamento de Estado contrastan con las declaraciones del 16 de septiembre de la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, que consideró que con la información disponible en aquel momento todo apuntaba a una reacción “espontánea” y violenta al vídeo antimusulmán en Bengasi.
