García Márquez y otras plumas inspiran a escritores de España
Los autores del "boom" latinoamericano han tenido mucha influencia en los escritores actuales españoles, incluso en los más consagrados, como reconoce Antonio Muñoz Molina, pero sobre todo, supusieron una corriente de aire fresco para España
Los autores del boom latinoamericano han tenido mucha influencia en los escritores actuales españoles, incluso en los más consagrados, como reconoce Antonio Muñoz Molina, pero sobre todo, supusieron una corriente de aire fresco para España.
La llegada del boom fue “una revolución total para lectores y para escritores. Me acuerdo perfectamente de descubrir Cien años de soledad con quince años, en una edición del Círculo de Lectores, y quedarme entusiasmado y sobrecogido”, recuerda Muñoz Molina en declaraciones a Efe.
“Después vinieron los demás, los más conocidos y los menos, [Mario] Vargas Llosa y [Juan Carlos] Onetti, y desde luego [Jorge Luis] Borges, [Adolfo] Bioy, etc. Creo que trajeron, simplemente, una nueva forma de contar, una relación más libre con el idioma. Siempre lo he comparado a la llegada de la influencia de Rubén Darío a principios del siglo XX”, asegura el autor de El jinete polaco.
Para Javier Marías “fue una corriente de aire fresco y la demostración de que se podía escribir en español de una forma menos academicista de lo habitual en España”.
Ello, pese a las excepciones de autores como Juan Benet, cuya Volverás a Región, de 1967, “tuvo para los escritores que entonces éramos jóvenes tanta importancia como Cien años de soledad, aunque de manera distinta, claro”, resalta Marías.
“Creo que los españoles de mi edad nos educamos en la literatura de nuestra lengua a través del boom“, opina Rosa Montero.
La madrileña recuerda que los escritores contemporáneos españoles se leían muy poco, salvo excepciones y el boom le hizo descubrir, con diecisiete o dieciocho años, “que había una literatura poderosísima escrita en español, una narrativa tan importante como la más importante del mundo”.
“Me hizo creer en nuestra lengua y sentirme orgullosa de mi cultura”, afirma convencida.
Aunque no todos los escritores tienen una visión negativa de lo que se hacía en España en aquellos primeros años del boom.
Es el caso de Luis Goytisolo, que considera que “desde un punto de vista de la creación literaria, el momento que atravesaba España nada tenía de mortecino”. Solo hay que pensar, añade, “en los nombres de novelistas y poetas que afloraron durante ese periodo”.
Goytisolo resalta que el boom, que despertó un indudable interés en toda España. Un fenómeno literario del que salieron nombres destacables de la literatura en español y obras que ocupan por derecho propio un lugar preeminente en la historia de la literatura.
Marías, tras pasar una época de amor por Cien años de soledad, se decanta ahora por Crónica de una muerte anunciada o El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez y Tres tristes tigres, de Guillermo Cabrera Infante.
Cita también los cuentos de Julio Cortázar, Rayuela, “que siempre me pareció una tontada sobrevalorada”; La ciudad y los perros y Conversación en la catedral, de Vargas LLosa, además de Onetti, Rulfo y Lezama Lima, en general.
Mientras que Muñoz Molina ha ido pasando de Vargas Llosa, García Márquez y Alejo Carpentier a Borges, Bioy y Onetti, o Manuel Puig, a quien se cita mucho menos.
“Con el tiempo García Márquez dejó de gustarme, y me pasó lo mismo con el último Carpentier, el de La Consagración de la primavera, que era un panfleto terrible”, afirma.
A Montero le “noquearon” Conversación en la Catedral y Cien años de soledad.
“Después me privó Cortazar. Y luego el padre de todos, Borges, que no es estrictamente del boom pero que es el gran antecesor. El tiempo ha ido desluciendo algunos. Siguen siendo enormes Borges, que, como dicen los rioplatenses, cada día escribe mejor, y desde luego Vargas Llosa”, recuerda la escritora.
En la preferencia por Borges coincide Goytisolo, que también destaca la obra de Juan Rulfo, García Márquez y Vargas Llosa.
Muñoz Molina explica que Vargas Llosa influyó mucho en su concepción del oficio de escritor y en la idea de la construcción de la novela.
Aunque los que más huella dejaron en él, “con mucha diferencia”, fueron Borges y Onetti. “A los dos les debo una parte muy grande de lo que soy como escritor”, afirma.
En el lado opuesto Goytisolo, que niega tener influencias de los autores del boom, y Marías, que se ha fijado más en la literatura extranjera, sobre todo inglesa y francesa.
“Admiré mucho las obras de esos autores, pero no puedo decir que me influyeran gran cosa en mis propias novelas. Quizá porque resultaban tan originales, cada uno en su estilo, que cualquier posible influjo estaba condenado a convertirse en imitación o remedo. Como así fue, de hecho, con los autores que sí se dejaron influir por ellos”, comenta Marías.