Cocina con amor en el Día de Acción de Gracias
La celebración de Acción de Gracias es una oportunidad de demostrar tu amor a tus seres queridos a través de la cocina.
El chef inglés Gordon Ramsay, como algunos otros expertos de la gastronomía, promueven desde hace varios años que volvamos a preparar nuestros alimentos, evitemos la ‘comida rápida’ y de una buena vez por todas, abandonemos las razones y pretextos que siempre utilizamos para no cortar una cebolla ni en defensa propia, para así disfrutar de todos los beneficios que nos brinda vestir un lindo delantal y entrar a la temida cocina.
Especialmente en el Día de Acción de Gracias, cocinar es una tarea ardua, pero es también el reflejo del amor que brindas a tu familia y amigos a través de ofrecerles una deliciosa cena preparada con tus manos… o con las manos de todos.
En el “Manual de la cocina para la felicidad”, escrito por los monjes budistas y publicado bajo el sello de Editorial Alamah, los autores explican que los resultados de realizar cualquier actividad culinaria de modo concentrado y tratando de poner nuestra positividad en la acción llevada a cabo, se puede comprobar de un modo inmediato.
Indican que por ejemplo, si se prepara una ensalada, por sencilla que ésta sea, de una forma en la que estemos concentrados en lo que hacemos, será distinto si tenemos nuestros pensamientos desordenados y esto se puede percibir en la manera en la que combinamos y acomodamos los vegetales en el plato.
El simple hecho de participar en la preparación de los alimentos, nos permite disfrutar de las maravillosas combinaciones de los colores que algunos vegetales y frutas producen al momento de estar mezclados, los aromas pueden ser tan provocadores que hacen que nuestras papilas gustativas saliven sólo al percibir percibir una salsa picosa o un dulce almíbar.
La cocina no es un terreno de expertos, todos podemos entrar y preparar platillos sencillos de realizar, especialmente en esta celebración de Acción de Gracias. Vale la pena que busquemos libros de recetas que incluyan ingredientes que encontremos con facilidad, así como preparaciones que vayan acorde a la disposición de tiempo que tenemos y de este modo eliminemos las típicas evasivas como ‘yo quemo hasta el agua’ o ‘no tengo tiempo de hacer algo’.
Ya terminada la preparación, el placer continúa cuando disfrutamos de todo aquello que se cocinó. Los autores comentan que es preciso que abordemos este momento con la disposición de que sea positivo, así como que los alimentos sean benéficos para nuestra salud.
Comentan también que para que todo el mundo experimente el acto de alimentarse desde una vertiente positiva, particularmente durante la cena de Acción de Gracias, hay que tener presentes algunos modos de actuación para cuando estemos sentados a la mesa, con el plato delante y los cubiertos en las manos:
1. Agradece todo lo que tienes no sólo en tu mesa, sino en tu vida.
2. Entrénate en el placer de saborear cada cucharada.
3. Mastica y ensaliva bien cada proporción de alimento.
4. Recuerda a todos los que han permitido que ese plato con comida esté en tu mesa.
5. Escucha a tu cuerpo, atiende la alegría que siente tu organismo al alimentarse.
6. Presta atención plena, es decir, detecta cuando tu estómago esté satisfecho.
Es incuestionable el placer que puede bridarnos un exquisito platillo y esto no implica que debe ser complicado o laboriosa para su preparación. Para muestra un botón: los autores comparten una rápida y rica receta que puede servirte como entrada para tus invitados en este Día de Acción de Gracias: un salteado largo de zanahorias.
Ingredientes:
12 zanahorias cortadas en tiras,
Sal, aceite de oliva, perejil finamente cortado al gusto.
Preparación:
Saltear las zanahorias con el aceite de oliva y con una pizca de sal marina durante 2 a 3 minutos. Tapar, reducir el fuego y cocer durante 30 minutos o hasta que estén suaves, tan sólo moviendo de vez en cuando. Servir con el perejil.
Además de nutrir, los alimentos pueden divertir nuestros sentidos, fortalecer nuestro organismo, ser un motivo para reunirnos con la gente que queremos desde su elaboración hasta que los saboreamos, así que bien vale la pena dejar de huir a la cocina y ponerse el delantal.
Julie and Julia, directora Nora Ephron (2009).
Para leer:
La cocina de la felicidad, Adriana Ortemberg, Editorial Urano.
Colaboración de Fundación Teletón México.
“La autoestima es la fuerza de tu voz”
Bojorge@teleton.org.mx