El legado de Carmen Villegas vive en El Barrio

Su lucha por reabrir la iglesia Nuestra Señora de los Angeles continuará

Carmen Villegas con la delegación de Puerto Rico al Encuentro Mundial de la Juventud, que se llevó a cabo en 1993 en Denver, para recibir el Papa Juan Pablo II.

Carmen Villegas con la delegación de Puerto Rico al Encuentro Mundial de la Juventud, que se llevó a cabo en 1993 en Denver, para recibir el Papa Juan Pablo II. Crédito: cortesia

Nueva York – El Barrio llora la muerte de quien dio su vida por la justicia social en East Harlem. Carmen Villegas perdió la batalla contra el cáncer a los 58 años, sin concluir una de sus principales causas.

Hasta la cárcel fue a dar la activista puertorriqueña en 2007, cuando con un grupo de feligreses protestó el cierre de su iglesia Nuestra Señora de los Ángeles. Cada domingo frente al recinto – donde profesó su fe católica por 33 años – su voz lideraba en los servicios que la comunidad continuó haciendo tras la clausura.

El lunes 10 de diciembre, luego de una misa en la iglesia Saint Catherine of Genoa a las 11 a.m., su féretro será llevado allí para desperdirla.

“Carmen fue un modelo para nosotros entender el valor de la vida espiritual, pero también nos enseñó a amar más Puerto Rico”, dijo Gloria Quiñones, su amiga y compañera de lucha.

Villegas se opuso al desplazamiento en El Barrio, especialmente a sus efectos en la salud, vivienda y atención de los jóvenes. Su hermana María Inés Satterfield recordó que ella trabajó en organizaciones como SFDS Housing Development Corporation, Aspira of New York Inc. y Lincoln Medical & Mental Health Center. También fue columnista de El Diario/La Prensa.

“Era una puertorriqueña orgullosa de serlo hasta el último día, una vida de puro compromiso que se nos fue muy temprano”, expresó la concejal Melissa Mark-Viverito de quien fuera su mentora.

El legado de Carmen Villegas tiene seguidores que lo preservarán. “Ella fue una líder que palpó el sentido de la parroquia, pero ésta es una lucha de la comunidad que estoy seguro continuará”, aseveró el juez Eduardo Padrón, su amigo de 35 años, sobre el caso de Nuestra Señora de los Ángeles.

“Aún cuando ella no podía asistir, no hemos fallado ni un domingo a la espera de que un día esas puertas se abran de nuevo”.

Patricia Rodríguez, quien dirige los servicios ahora, explicó que aún esperan salvar su lugar de fe. “Sabemos que hay interés de las monjas del convento en que se reabra como capilla, no como parroquia”.

Le sobreviven sus hermanos María Inés Satterfield, Miguel Villegas, Virginia Villegas y Evelyn González, y sus sobrinos.

Sus restos se velarán en la funeraria Frank E. Campbell, en el 1076 de la avenida Madison, el domingo a partir de las 2 p.m.

El sepelio será el miércoles en San Juan, Puerto Rico.

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