Designación es de Kerry
El senador por Massachusetts estuvo al lado del presidente cuando anunció que lo ha elegido por ser la 'opción perfecta'
WASHINGTON, D. C.— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, designó ayer al senador John Kerry como su próximo secretario de Estado, un cargo para el que “se ha estado preparando durante toda su vida” y en el que sucederá a Hillary Clinton, quien le deja el listón muy alto.
Kerry sustituirá en enero a Clinton al frente de la diplomacia “en una nueva era en el liderazgo de Estados Unidos”, según dijo Obama en la Casa Blanca al anunciar su designación, que tiene que ser confirmada ahora por el Senado.
Su nominación era esperada desde que Susan Rice, embajadora de EEUU ante la ONU y una de las favoritas para el cargo, renunció la semana pasada a la posibilidad de aspirar a él tras las acusaciones republicanas de que mintió sobre el ataque al consulado estadounidense en Bengasi, Libia, del pasado 11 de septiembre.
De 69 años, Kerry fue candidato presidencial demócrata en 2004 y actualmente está al frente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, donde entró hace 27 años.
El senador por Massachusetts estuvo al lado de Obama cuando el presidente anunció ayer que lo ha elegido porque es la “opción perfecta”, pero no hizo declaraciones.
Obama sostuvo que confía en que el Senado confirme “rápidamente” la designación de Kerry, que tiene por delante “grandes desafíos” pese a que, según el mandatario, Estados Unidos es hoy “más seguro, más fuerte y más respetado” en el mundo que hace cuatro años. Clinton no asistió al acto porque se encuentra en su casa recuperándose de un desmayo y una caída la semana pasada que le ocasionaron una contusión en la cabeza. Obama habló hoy con ella por teléfono y contó que está “animada”.
En un comunicado divulgado por el Departamento de Estado, Clinton declaró que hoy habló con Kerry para felicitarlo, destacó que “lleva la diplomacia en las venas” y lo definió como un “amigo” a quien ha pedido asesoramiento muchas veces en los últimos cuatro años.
Pese a su popularidad y a que su manejo de la diplomacia ha sido alabado hasta por sus opositores, Clinton anunció hace meses que no seguiría junto a Obama en un segundo mandato porque, según ella misma ha dicho, quiere descansar y pasar más tiempo con su familia. A Kerry le deja el listón muy alto en un momento en que el Departamento de Estado se enfrenta a posibles recortes de presupuesto como medida contra el elevado déficit y al reforzamiento de la seguridad de las misiones diplomáticas en el extranjero, decidido a raíz del ataque en Libia.
El senador demócrata Bob Menéndez, de origen cubano, suena ahora para relevar a Kerry en la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta.