Merengues muy rezagados

Mal y de malas... Cristiano Ronaldo es amonestado por el árbitro Hernández Hernández durante el encuentro contra el Málaga. Crédito: EFE
MÁLAGA, España (NTX/EFE). Real Madrid, sin su capitán, el portero Iker Casillas, tiró prácticamente la Liga de España, luego que ayer perdiera 2-3 con Málaga en La Rosaleda, donde no perdía desde hace 18 años.
Con el descalabro, el Madrid se quedó con 33 puntos y ya está a 16 del líder FC Barcelona, que no falló en su último compromiso del año (3-1 a Valladolid), para llegar a 49 unidades. Málaga, por su parte, se metió a puestos de Champions al sumar 31 puntos.
Todo parecía indicar que en esta jornada 17, los Merengues volverían a sonreír en este inmueble; apenas saltaron a la cancha se adueñaron del balón para poner a trabajar a la defensa con potentes remates de Cristiano Ronaldo.
Los anfitriones se pusieron nerviosos, pero ante la mala puntería de su rival fue tomando confianza para equilibrar las acciones y por momentos, el club blanco se quedó en su área a la espera de un contragolpe.
Para la segunda mitad, los “boquerones” salieron llenos de confianza y al 49′ “Isco” batió al portero Adán con disparo desde la frontal.
Fue entonces que Benzemá, Cristiano y Ángel Di María se echaron el equipo a hombros y buscaron el empate con constantes ocasiones, sin embargo, fue Sergio Sánchez el que, con un autogol, nivelaría la situación.
El cuadro local controló el balón y por las bandas generó bastante peligro, justamente por ahí, Jesús Gámez sacó un centro que Santa Cruz no desperdició para volver a adelantar a los suyos al 72′.
Cuatro minutos después, el paraguayo volvió a colarse al centro del área para definir con la zurda una asistencia de Joaquín y batir nuevamente a Adán, tras lo cual el visitante pareció reaccionar para que Benzema recortara distancias al 82′ y siguió peleando pero el tiempo ya no le alcanzó.
El portugués José Mourinho, técnico del Real Madrid, reconoció tras la derrota en La Rosaleda ante el Málaga (3-2), que no se plantea dimitir ni teme ser cesado por la mala racha en Liga, a 16 puntos del Barcelona, y defendió a sus jugadores que aseguró están “vacíos y tristes”.
“No me he planteado dimitir, no temo por mi puesto. Ni lo pienso. El futbol es futbol y no temo en ningún momento por mi puesto. No soy un niño, ni llevo dos días en el futbol. Sé que no tiene memoria. Cuenta el hoy, no el ayer ni los títulos ganados o el trabajo realizado, cuenta el momento actual”, afirmó.
“Estamos a una distancia en mi opinión insuperable, pero tenemos que asumir la responsabilidad de que no estamos haciendo un buen campeonato, no hemos estado bien y partido a partido pasan cosas de las que no me gusta hablar después de perder [arbitrajes]”, indicó.