Armas en Estados Unidos, ¿finalmente habrá control? (fotos y video)
La masacre de Sandy Hook detonó el polarizado debate sobre el derecho a poseer armas en Estados Unidos
El tiroteo del pasado 14 de diciembre en la escuela elemental Sandy Hook en Newtown, Connecticut; en el que murieron 27 personas, entre ellas 20 niños; pudo haber sido la gota que viene a derramar un vaso lleno de lamentables ejemplos. Por mencionar sólo algunos, en el mismo vaso está la sangre de las matanzas de la escuela Columbine, ocurrida en Colorado en 1999; y de la universidad Virginia Tech en el 2007: ambas perpetradas por jóvenes desequilibrados.
¿Habrá llegado el país a una coyuntura decisiva para modificar la posesión indiscriminada de armas?
Tras los lamentables acontecimientos de Newtown, el presidente Barack Obama prometió “acciones inmediatas”. En el marco de la tragedia el mandatario anunció una iniciativa que entraña una ofensiva sin precedentes. Para ello nombró al vicepresidente Joe Biden al frente de una comisión responsable de elaborar propuestas y medidas, en lo que llamó “un tema central de su segunda administración”.
Efectivamente, el asunto requiere una respuesta nacional, que debe entrañar un férreo compromiso de voluntad social y política para evaluar el concepto de seguridad doméstica en uno de los países más poderosos del mundo. La discusión de la limitación de la Segunda Enmienda se ha convertido en un asunto de importancia capital. Sin embargo, existen tantos intereses de por medio, que es iluso esperar un cambio sustancial a corto plazo por parte del sector ciudadano afecto a las armas. Como evidencia, basta con señalar a la gente que abarrotó las tiendas de armas durante el periodo navideño como si se tratara de un “Black Friday”, para comprar los rifles que podrían ser difíciles de adquirir en el caso hipotético de que sean regulados en el 2013.
Para nadie es un secreto que la Asociación Nacional del Rifle suma cuatro millones de miembros y que recibe millones de dólares de prominentes “socios corporativos” inmersos en el negocio y manufactura de armas. Sin duda, es un negocio muy rentable que rebasa las fronteras para sumarse a guerras, ‘causas justas’ e incluso forma parte de estrategias tan polémicas como la llamada “Operación Rápido y Furioso”. La misma colocó miles de armas y municiones en México para su rastreo y la posterior captura de sus oscuros usuarios. Con la misma EEUU confirmó su papel como copartícipe de la lamentable situación de inseguridad que se vive en ese país a causa de la guerra interna entre cárteles dedicados al tráfico de drogas.
La senadora por California, Diane Feinstein, informó que presentará ante el Congreso una nueva iniciativa de ley para controlar las armas de asalto -como las que usa EEUU en las guerras (SIC)-, sin embargo es obvio que, más allá de las leyes, la solución al problema requerirá un profundo cambio de actitud ante las armas, no sólo las de asalto, ya que todas las balas son capaces de ocasionar la muerte, aunque salgan de un revolver calibre 22.
¿Será que el triste acontecimiento de tener que enterrar a veinte niños en navidad será capaz de provocar un cambio verdadero, o será que habrá que seguir enterrando víctimas inocentes?
Según datos extraídos de encuestas de Gallup, 69% de la población estadounidense confiesa haber disparado alguna vez y 47% reconoce que tiene al menos un arma en su casa.
*34 estadounidenses mueren cada día por disparos de armas de fuego, según los Alcaldes contra las Armas Ilegales.
*Más de 300 millones de armas están en manos privadas en EEUU. Esto significa 40% más que en Yemen, de acuerdo con la Asociación Nacional del Rifle.
*73% de los estadounidenses se mostraba en contra de que se prohibiera la posesión de armas de fuego a los ciudadanos para fines de 2011, según datos de la corporación encuestadora Gallup.
*Cada año se fabrican de 4 a 7 millones de armas para el mercado estadounidense. Hay unas 58,000 tiendas para comprar armas en Estados Unidos, un número superior al de cafés Starbucks en el mundo, según reportes de D. Brooks para el diario La Jornada.