Aumentan las estafas contra viejitos
Caen en las redes de mujeres que les roban tras fingirles un tierno romance
NUEVA YORK Los ancianos se han convertido en el grupo más vulnerable para mujeres inescrupulosas que fingen apego romántico para estafarles los ahorros de su vida.
Susan Frank, alías “Pollo”, de 48 años, fue sentenciada ayer a cinco años de libertad condicional, el cumplimiento de 150 horas de servicio comunitario y el pago completo de lo robado por conspirar con otra mujer para robar a un anciano de West Orange la cantidad de $164,900 dólares, según informó Jeffrey Chiesa, fiscal general de Nueva Jersey.
El juez también le ordenó obtener un diploma de equivalencia de escuela secundaria.
La otra implicada en el caso, Brenda Miguel, de 51 años, también conocida como “Girl Z”, también fue sentenciada a cinco años de libertad condicional, más el cumplimiento de 250 horas de servicio comunitario y pagar la restitución completa.
Según la acusación judicial, Miguel fingió apego romántico mientras que le pedía préstamos para proyectos empresariales.
Pero muchos de los casos no son reportados o no son llevados ante los tribunales como es el caso de Calogero Logiudice, un italiano que acusa a una dominicana que conoció en el centro de personas de la tercera edad en Manhattan donde, regularmente, pasaba las tardes.
Según la declaración de Logiudice, empezó una relación “íntima” con la mujer, a la que vamos a identificar como “Sandra”. Ella le pedía dinero para arreglar un problema con una propiedad en la República Dominicana, con la promesa que se lo devolvería. Cuando la cuenta del banco quedó en rojo, la mujer desapareció.
“El abuso de ancianos es un problema grave y creciente”, indicó el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, quien citó un estudio de MetLife acerca del abuso financiero de personas mayores, donde se encontró que la forma más común de abuso era la explotación financiera.
El estudio encontró que la pérdida financiera anual de las víctimas del abuso financiero se estima en por lo menos $2,900 millones, un aumento del 12% de los $2,600 millones estimados en 2008.
Otro informe reciente titulado “Bajo el radar: Estudio sobre Prevalencia de Abuso a los Ancianos”, encontró que por cada caso reportado de abuso, otros 23 a 24 casos no se denuncian.
Para prevenir esta clase de abusos, el fiscal Schneiderman implementó “Smart Seniors”, un programa de prevención de abuso en todo el Estado, diseñado para ayudar a los ancianos a identificar posibles fraudes y abusos antes de que sucedan.
“Para evitar que las personas mayores se conviertan en víctimas de fraude y abuso, hay que ayudarlos con la información que puedan utilizar para protegerse a sí mismos”, dijo Schneiderman, definiendo el programa “Smart Senior” como es otra herramienta para proteger a los neoyorquinos vulnerables y ayudar a las personas mayores evitar convertirse en víctimas.