Celebración con ‘toque’ hispano
WASHINGTON, D.C. Por un día, Washington se detuvo. Lo hizo para recibir a miles de personas de todo el país y cumplir con una de las tradiciones más respetadas de Estados Unidos: la juramentación de su Presidente. A cambio escucharon la promesa de Barack Obama de trabajar por una nación donde todavía se pueda concretar el sueño americano.
Fue una multitud ruidosa y animada, pero al mediodía el silencio invadió el corazón de Washington.
“Felicitaciones señor Presidente”, dijo el juez de la Corte Suprema, John Roberts. En ese momento estallaron los aplausos y se escuchó al unísono un solo grito popular: “¡Obama! ¡Obama! ¡Obama!
Aunque la ceremonia se condujo en inglés, ayer el español y la cultura hispana marcaron la mayor presencia vista, hasta ahora, en una ceremonia. La jueza Sonia Sotomayor abrió el evento al juramentar al vicepresidente Joe Biden.
Le siguió el protagonismo del poeta cubano, Richard Blanco, quien habló de la gente de trabajo en su poema inaugural.
“Un suelo. Nuestro suelo, arraigándonos a cada tallo de maíz, cada cabeza de trigo sembrada por sudor y manos, manos recogiendo carbón o figando molinos en desiertos y cimas de colinas que nos mantienen cálidos, manos cavando zanjas, encauzando pipas y cables, manos gastadas como las de mi padre cortando caña de azúcar para que mi hermano y yo pudiéramos tener libros y zapatos”, declamó.
La ceremonia fue coronada por el reverendo Luis León, párroco de origen cubano de la iglesia episcopal St John’s, quien dijo en español: “Señor Presidente, vicepresidente, que Dios los bendiga todos sus días”.
Detrás de Obama, en el público situado en la plataforma del Capitolio, se encontraban figuras como la actriz Eva Longoria y la líder hispana Dolores Huerta. “Me gustó. Trataron de incluir a muchas personas, incluyendo a nuestra gente latina. El mensaje de que todos tenemos que ayudar para hacer este país mejor y que somos iguale, fue muy importante”, aseguró Huerta.
“Es muy especial saber que una persona como yo, que soy una organizadora, sea reconocida de esta forma. Poder estar junto al Presidente en este momento”, agregó.
Desde la colina donde se ubica el Capitolio se veían las banderas ondeando en el área de The Mall en un mar humano vestido de blanco, azul y rojo. Aunque las temperaturas no superaron los 4 grados, eso no desanimó a quienes esperaron por horas.
Un grupo de 43 estudiantes hispanos provenientes de Tucson, Arizona, estaban entre ellos. “Lo que espero de estos cuatro años es que el Presidente siga igualito que como hasta ahora, que siga adelante con su agenda”, exclamó Olivia, quien estaba acompañada de su hijo Juan.
Otras personas como Cynthia viajaron especialmente desde Colombia para presenciar la inauguración. “Son seis horas de vuelo. Soy abogada y me interesaba estar aquí, quería aprovechar. Es histórico”, explicó.
Todo el sector que rodea al Capitolio contó con un amplio despliegue de seguridad en el que participaron cerca de 6,000 personas, entre ellos el Servicio Secreto, la policía y fuerzas militares, de acuerdo a la información entregada por el Comité Inaugural Presidencial.
Aún no se ha entregado un número oficial sobre el público presente en la ceremonia, pero las primeras estimaciones coinciden en que la cifra fue mucho menor que en 2009, cuando se registraron cerca de dos millones de personas.
“No hay que comparar una inauguración con la otra. Lo importante es que los latinos votaron por Obama en un 70%, cuando nadie pensaba que eso sería así […] ahora obviamente el ímpetu no es el mismo, porque no estamos despidiendo a Bush, así que es menos gente”, explicó Gladys Bernet, quien viajó desde Florida.
“Yo tuve la oportunidad de conocer al Presidente. Es una persona sencilla y sincera. Tiene que romper muchos paradigmas y eso es difícil. Los intereses económicos se ponen en el medio”, dijo Luis Bernet.
En total, 8,800 personas y cerca de 200 animales -en su mayoría caballos- participaron en el desfile que se desarrolló por toda la avenida Pensilvania desde el Capitolio hasta la Casa Blanca.
Cerca de 2,800 grupos postularon para participar. Se seleccionaron 58, entre ellos cinco hispanos: Ballet Folclórico de La Raza, de Colorado; Comparsa Morelense, de Nevada; Palmview High School Mariachi, de Texas; Seguro que si, de Florida y Utah Hispanic Dance Alliance, de Utah.
La ruta del desfile tenía 28,189 asientos y contó con 50,000 voluntarios. Se ha estimado que el costo total de las celebraciones de la inauguración llegó a 50 millones de dólares.