De crítico a dirigir el sistema carcelario
Jeffrey Beard: en unos cuatro años redujo el hacinamiento en prisiones de California
SACRAMENTO.Jeffrey Beard, que hace cuatro años atestiguó que las cárceles de California tenían un nivel peligroso de hacinamiento, comenzó la semana pasada sus funciones como secretario del Departamento de Penitenciarías y Rehabilitación del estado.
Beard ahora mantiene que las condiciones han mejorado tanto que California ya no necesita reducir la población carcelaria a los niveles que había indicado previamente, como testigo perito que prestó su testimonio ante un panel de jueces federales.
“Si lo que afirmé antes lo consideraron creíble, si digo algo hoy, espero que también lo encuentren creíble”, señaló Beard a The Associated Press durante una entrevista cara a cara realizada el viernes.
El gobernador Jerry Brown, quien nombro a Beard para el puesto, presentó expedientes judiciales este mes solicitando a los jueces que revoquen el límite máximo a la población carcelaria, lo que permitiría que las 33 cárceles para adultos del estado tuvieran 10,000 reclusos más del nivel ordenado por los jueces, en base al testimonio de Beard y de otros expertos en centros penitenciarios. El límite establecido en el año 2009 recibió el apoyo del Tribunal Supremo en 2011, pero Brown dijo que está preparado para apelar nuevamente ante el máximo tribunal del país.
“Creo que les causará una gran impresión saber que el mismo crítico de nuestro sistema carcelario, el testigo perito de la parte demandante, ahora es quien dirige nuestro sistema”, señaló el gobernador demócrata mientras anunciaba la recusación ante el tribunal.
El apoyo de Beard es de suma importancia ya que señaló que los cambios ocurridos en California desde su testimonio significan que el estado puede cumplir con los estándares constitucionales a pesar de tener más reclusos de lo permitido por la orden judicial. Las cárceles ahora albergan 43,000 reclusos menos en total, en comparación con el año 2006.
“Eso es un cambio histórico. Nadie en el país ha logrado hacer esto”, dijo Beard, que se retiró después de estar a cargo del sistema de cárceles de Pennsylvania durante casi una década.
El sistema carcelario de California era el más grande del país, pero ahora secunda a Texas en la cantidad de reclusos, aunque Texas tiene unos 12 millones de residentes menos que California.
La reducción se logró principalmente gracias al famoso plan de Brown llamado “plan de reestructuración”, que entró en vigor en octubre de 2011 y envía a los infractores que cometieron delitos menores a cárceles del condado en vez del estado.
Conforme a la orden judicial, el estado también ha gastado miles de millones de dólares en construir más instalaciones de atención médica de mayor calidad y en mejorar el tratamiento de los reclusos que padecen enfermedades mentales y físicas, que se logró en parte con la contratación de más médicos, enfermeras y demás personal médico.
“La suma de todos estos elementos nos da un sistema que es mucho más ágil, con más capacidad de respuesta y mucho más apto para manejar temas de salud mental y problemas de salud de lo que podría haber hecho anteriormente”, señaló Beard, que ganará 225,000 dólares al año en su nuevo cargo.
Los abogados que demandaron al estado por mala atención y hacinamiento elogiaron el nombramiento de Beard pero señalaron que esto no afectará a los jueces.
“El estado continúa enfrentándose a enormes desafíos”, dijo Michael Bien, abogado principal de la disputa judicial por la atención de la salud mental.
Algunas de las posturas actuales de Beard generan conflictos con el testimonio que dio previamente ante los jueces federales, afirmó Don Specter, director de Prison Law Office.
Beard, que en su momento era el secretario del Departamento de Centros Penitenciarios de Pennsylvania, en el año 2008 dijo en su testimonio que 3,300 reclusos eran el límite superior para asegurarse de que una cárcel fuera manejable. Las cárceles de California todavía albergan un promedio de 3,600 reclusos, aunque Beard dijo que no había considerado entonces que California subdivide sus cárceles en unidades más pequeñas y más manejables.
Hace cuatro años citó el alto índice de suicidios en las cárceles de California como uno de los indicadores del peligroso nivel de hacinamiento del sistema.
Ahora Beard sostiene que el juez federal debe poner punto final a la supervisión de la atención de la salud mental, aunque el representante judicial nombrado por el tribunal informó la semana pasada que el índice de suicidios entre los reclusos es de 1 cada 11 días, lo que supera sustancialmente el promedio nacional de las cárceles estatales.
El hacinamiento en las cárceles se debió, en parte, a la gran cantidad de leyes con estrictas condenas para aplicar una mano más dura contra el delito, muchas de ellas aprobadas por los votantes, las que fueron implementadas sin prever el espacio necesario para albergar a la cantidad adicional de reclusos.
La orden judicial federal se aplica a las 33 cárceles para adultos del estado, las que ahora albergan a unos 119,000 presos, una cifra menor que hace cuatro años, que era de 153,000 reclusos. El nivel establecido por los jueces limitaría la población carcelaria en unos 110,000 reclusos.
Muchos miles más se encuentran en campamentos para lucha contra incendios y otras cárceles privadas, incluyendo a casi 9,000 centros carcelarios privados en otros estados. Brown tiene pensado hacer que regresen a California a los presos fuera del estado a partir del mes de julio.