Senado fija puntos para la reforma
Indocumentados tendrían que esperar varios años para alcanzar ciudadanía
WASHINGTON, D.C. Es momento. El disparo inicial en la carrera por una reforma migratoria se inicia hoy lunes en el Senado. Un grupo bipartidista de legisladores presentó los principios de un futuro proyecto de ley que incluye el acceso a la ciudadanía con condiciones.
Desde diciembre los senadores Robert Menéndez (D-NJ), Charles Schumer (D-NY), Richard Durbin (D-IL), Lindsey Graham (R-SC), Marco Rubio (R-FL) y John McCain (R-AZ) han sostenido reuniones privadas para llegar a un acuerdo.
Todos ellos, además de Jeff Flake (R-AZ) y Michael Bennet (D-CO), respaldan el documento de cinco páginas que difundirán hoy, lunes y al que accedió La Opinión.
En él se mencionan cuatro pilares básicos de una reforma migratoria, pero se profundiza sobre todo el punto de cómo dar acceso a la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados presentes en el país.Fuentes republicanas y demócratas describieron el documento a La Opinión como un “esqueleto básico” de un futuro proyecto de ley y admitieron que el camino para llegar a la meta será difícil. Esperan progresar, con detalles más específicos, durante los próximos dos meses.
La ciudadanía para los indocumentados se condicionaría a dos variables: metas que muestren avances concretos en seguridad fronteriza y un mejoramiento del sistema que permite el ingreso de inmigrantes con visas y que luego permanecen en el país. Mientras se cumplen esos objetivos, las personas tendrían un estatus legal provisional con permiso de trabajo.
“Demostraremos nuestro compromiso para asegurar la frontera y solucionar el problema de estadía en las visas requiriendo que nuestras medidas de control sean completadas antes que los inmigrantes con estatus provisional puedan acceder a su residencia permanente”, dice el acuerdo.
El documento no entrega muchos detalles respecto a los cambios necesarios en seguridad fronteriza, pero menciona elementos como el aumento de drones, equipo de vigilancia y el incremento de agentes en los puertos de entrada.
También incluye la creación de una comisión de seguridad fronteriza compuesta por gobernadores, procuradores generales y líderes comunitarios para monitorear el progreso, junto a iniciativas que eviten la práctica de perfil racial en la zona.
“Una vez que las medidas de control sean completadas, los individuos con estatus provisional podrán acceder a su residencia legal si se ponen al final de la fila de los inmigrantes que se encuentran tramitando su residencia permanente; completan una revisión de antecedentes adicional; pagan impuestos; aprenden inglés y educación cívica, demuestran un historial de trabajo en Estados Unidos y un empleo al momento de aplicar, entre otros requerimientos”.
Asimismo, se menciona que los indocumentados tendrán que “pagar su deuda con la sociedad”, aunque no se detalla qué implicaría esto. En años anteriores se ha discutido la posibilidad de que tengan que declararse culpables de un delito menor, antes de obtener sus papeles.
Tanto las metas en seguridad, como el colocarse “al final de la fila” podrían implicar un largo camino. Fuentes republicanas insistieron en que “las condiciones son necesarias para tener la certeza de que los problemas actuales no se volverán a repetir”.
“Tampoco queremos que las personas que sí están en el sistema legal sientan que habría sido más fácil entrar sin papeles”, agregó.
Fuentes demócratas comentaron que el “tiempo de espera, en el camino a la ciudadanía, será razonable”. “En cuanto a las metas de seguridad fronteriza creemos que pueden ser completadas en pocos años”, explicó.
El documento menciona dos grupos que se eximirían de las nuevas condiciones: los jóvenes incluidos en el Proyecto de Ley del Sueño y los trabajadores del campo. Sin embargo, no se especifican las avenidas legales que se crearían para ellos. Además, el acuerdo establece que se mantendrían las restricciones actuales de acceso a beneficios públicos a quienes tengan el estatus legal provisional.
También se destaca la importancia de no mantener separadas a las familias y de reducir los tiempos de espera en las categorías de visas relacionadas con parientes y empleo.
Los otros pilares del documento están basados en atraer mano de obra altamente calificada al país, fortalecer el sistema de verificación de empleo y protecciones para los trabajadores estadounidenses.
Para esto se contempla darle residencia legal a quienes posean un título de máster o doctorado en áreas como ciencia, ingeniería, matemática y tecnología, junto con la creación de un sistema de verificación efectivo que prevenga el fraude y la contratación de indocumentados.
En cuanto a la protección de trabajadores, aseguran que los empleadores podrán contratar inmigrantes “si pueden demostrar que no fueron exitosos en reclutar a un estadounidense para llenar la vacante”.
También, insisten en crear un programa de trabajadores que satisfaga las necesidades de la industria agrícola, incluyendo el sector de lácteos, cuando los estadounidenses no estén disponibles para completar esas posiciones. Por último, se permitiría el ingreso de mano de obra básica a EE.UU cuando la economía esté creando empleos, el que se reduciría, cuando se contraiga. En febrero, el Comité Judicial del Senado sostendrá audiencias sobre una reforma migratoria. Fuentes en ambos partidos pronostican que para mediados de año, ya existirá un proyecto de ley sobre la mesa.