El Recodo, Recoditos y Gerardo Ortiz inician gira con éxito
Las bandas El Recodo y Recoditos, Gerardo Ortiz y Voz de Mando, hicieron la primera presentación de su gira que realizarán por Estados Unidos
Las bandas Recodo y Recoditos, Gerardo Ortiz y Voz de Mando conquistaron al público mucho antes de su presentación.
Casi ocho horas antes de que comenzara el concierto el sábado por la noche en el Centro de Convenciones de Anaheim, se anunció que la venta de boletos estaba sould out.
Fue la primera noche de una gira no anunciada con anterioridad —oficialmente— ante los medios de comunicación, pero el sábado previo a la presentación se confirmó que este grupo de artistas visitarán más de 20 ciudades de este país.
Y, al parecer, repetirán éxito a la plaza que lleguen porque ayer registraron el mismo lleno total en San Diego.
“Nos avisaron que ya está vendido totalmente el concierto, lo cual nos da mucho gusto”, dijo Gerardo Ortiz, en una conferencia de prensa previa a su presentación.
Joel Lizárraga, uno de los líderes de Banda El Recodo, comentó que “nos da mucho gusto compartir nuevamente con Gerardo, porque conocemos su trayectoria y le tenemos mucho cariño”.
La capacidad del local daba para albergar a más de las 12, 500 personas que se acudieron, pero por cuestiones de seguridad sólo se permitió la entrada de ese número limitado de fans.
Afuera varios más se aventuraron y se dieron la tarea de preguntar a los que se dirigían al lugar si tenían un boleto de sobra. Y es que muchos se quedaron con ganas de presenciar una presentación poco común.
El baile inició a las 7:30 p.m. y terminó pasadas las 2:00 a.m.
La gente gozó, cantó y bailó hasta el cansancio con dos de los géneros musicales que, de sobra está decir , son los más gustados por los latinos del sur de California.
Nena Guzmán, una de las pocas intérpretes femeninas del movimiento musical de corridos progresivos, llegó a poner la primer pizca de ánimo entre el público con temas como La intrusa y Te declaro la guerra.
Banda Recoditos hizo perder la compostura con ¡Ando bien pedo! y A toda madre, en voz de su nuevo talento, Samuel Sarmiento.
Los integrantes de Voz de Mando pusieron la bravía con Levanto la voz y también con el romanticismo de Ahora resulta.
Pero la “madre de todas las bandas”, como llaman a la Recodo, desbordó el ánimo con temas como Me gusta todo de ti y clásicos como El sinaloense.
Y Gerardo Ortiz le hizo honor a su apodo, “El rey del corrido” y cerró con verdadero broche de oro la velada, acompañado de su agrupación Ántrax y una banda sinaloense, con quienes interpretó sus grandes éxitos como En preparación y A la moda.
Entre todo tipo de público, chicas con vestidos diminutos pegados al cuerpo —sin importar que su figura no estuviera bien delineada—, maquilladas y bien peinadas y con altos tacones que a penas podían caminar.
“Antes muertas que sencillas”, expresó una chica que, en el baño de mujeres, descansaba sus pies fuera de los zapatos, antes de comenzar a bailar, porque la caminata del estacionamiento hasta el lugar del baile ya le había sacado algunas ampollas.
“Pero ya que comience a bailar ni los voy a sentir”, dijo con seguridad.
Mientras las mujeres se acomodaban en el mejor lugar —algunas para bailar, otras para estar más cercano al escenario—, los hombres, en su mayoría, esperaban impacientes en las lentas filas para comprar algo de beber.
Sin importar que el sonido fuera pésimo —el lugar no tenía una buena acústica y poco se podía entender lo que hablaban y cantaban—, la gente bailaba y agradecía cada pieza porque pese a eso, los artistas no defraudaron.
Todos ellos cantaron un tema tras otro tema. La Recodo estuvo en el escenario por poco más de dos horas, complaciendo al público con las voces de su nuevo integrante, Giovanni Mondragón, quien se ha adaptado muy bien al estilo de la agrupación, que este año cumple el 75 aniversario de haberse fundado.
Charly Pérez y Mondragón, los dos vocalistas, cautivaron con sus voces y con su presencia. Se dejaron rodear de fans en el escenario y los dos bajaron de la tarima para estar más cerca del público que los aclamaba.
La presentación de Gerardo Ortiz tampoco defraudó. Además de su buena interpretación, mostró una escenografía con varios efectos especiales y muy moderna.
El público terminó satisfecho, agotado de tanto gozar, en especial las chicas, que a lo largo del salón se podía apreciar que lo fashion a esas horas, ya no importaba.
Los zapatos terminaron aventados en el piso o en las manos de sus dueñas, quienes aún seguían bailando.