La muerte no separa a Chávez y Bolívar (Videos)
La teoría de envenenamiento del libertador sobre la que insistió Chávez y que lo llevó a ordenar la exhumación del cuerpo de Bolívar salpica la figura del fenecido presidente venezolano después de su muerte
Cuando Hugo Chávez ganó la reelección como presidente de Venezuela, el 8 de octubre del 2012, el funcionario celebró la victoria levantando la espada del libertador Simón Bolívar como señal de compromiso con el legado del mítico personaje.
Chávez llegó a visitar en varias ocasiones La Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, Colombia, donde se dice que Bolívar pasó sus últimos días.
Además, bajo su mandato, la Asamblea Nacional modificó, en el 2006, la Ley de Símbolos, para añadir una octava estrella a la bandera nacional a los fines de rescatar un decreto del libertador que hacía referencia a la liberación de la provincia de Guayana.
Lo anterior es sólo una pequeña muestra de la fascinación del mandatario venezolano por el revolucionario. Pero, si en vida, algunos asociaban a Chávez como la reencarnación de Bolívar o como dos caras de una misma moneda, la muerte del presidente, en lugar de separarlos, los va conduciendo a un nuevo encuentro.
A casi una semana de la muerte del político víctima de un alegado cáncer, las dudas y conjeturas sobre las causas del deceso han aumentado.
En medio de informes periodísticos que plantean que las autoridades venezolanas nunca fueron específicas sobre la localización y el tipo de cáncer que aquejaba a Chávez, más allá de indicar que se trataba de un ” tumor abscesado” con presencia de células cancerosas en la zona pélvica, figuras como el recién nombrado “presidente encargado” del país Nicolás Maduro insisten en la teoría de que los “enemigos históricos” del “imperio” envenenaron a Chávez o le inocularon la enfermedad que le causó la muerte.
La tesis anterior fue respaldada por otros amigos del fenecido líder como el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien de pasó apoyó la “comisión científica” propuesta por Maduro para iniciar una pesquisa sobre las causas de la muerte.
Más allá de las opiniones a favor y en contra de estas especulaciones, es en este punto donde la figura de Bolívar resulta indispensable para la discusión.
Lo que hoy buscan los simpatizantes de Chávez va en la línea de lo que el propio líder de la revolución bolivariana buscaba dilucidar cuando pidió exhumar los restos del libertador en el 2010: esclarecer las causas de la muerte de Bolívar, ya que el presidente pensaba que éste pudo haber sido envenenado y no que murió por tuberculosis.
En medio del inicio del proceso, el 16 de julio del 2010, medios reseñaban las palabras de Chávez luego de que se abriera el sarcófago para realizarle pruebas al cráneo, cabello y otras muestras óseas del prócer.
exhumacionbolivar by noticias24
Haciendo referencia al equipo que participó en la intervención, Chávez escribió a través de Twitter: “¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! Hemos visto los restos del gran Bolívar. Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada”.
Aproximadamente, un año después de ordenada la exhumación, el 25 de julio de 2011, el entonces vicepresidente ejecutivo, Elías Jaua, en unión a oficiales como la fiscal general Luisa Ortega Díaz, confirmó que los restos eran de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, sin poder precisar las causas de la muerte.
“Documentalmente en la investigación histórica, no pudimos demostrar que la muerte haya sido por causa no natural o por envenenamiento intencionalmente ocasionado, no obstante, queda abierta la posibilidad de intoxicación no intencional producto de la aplicación de tratamientos contaminados de arsénicos”, dijo Jaua.
El 22 de julio del 2012, Chávez volvió a revivir el tema en antesala a la conmemoración del natalicio 229 del llamado “Padre de la Patria”. “Yo creo que posiblemente antes del martes, esto no es seguro, pero posiblemente antes del 24 (…) las causas de la muerte de Bolívar, creo que están a punto de un primer resultado, murió o no murió de tuberculosis, vamos a ver”, dijo Chávez.
Cuando llego la fecha, en una conferencia en la que se mostró el rostro “computarizado” del libertador, el mandatario expresó que la investigación sobre las causas de la muerte, demostró que no había rastro de tuberculosis en los restos de Bolívar y sostuvo su creencia de que fue envenenado.
Mientras la patóloga Yanoacelis Cruz dijo que el militar sufrió de una enfermedad de tipo respiratoria que se agravó por una intoxicación causada por arsénico, un medicamento común en la época.
Las dudas sobre las circunstancias y resultados del proceso continúan hoy flotando en el aire, al tiempo que algunos catalogan la pesquisa y el debate suscitado por la exhumación como un espectáculo mediático. Lo anterior, sin embargo, también ha llevado a que otros asocien la muerte de Chávez con aspectos sobrenaturales.
En ese sentido, la idea de que la maldición de Bolívar persigue a Chávez desde que el mandatario se vio involucrado en el proceso forense se ha reactivado como parte de la discusión.
Entre los primeros en esbozar la teoría lo fue Francisco Rivero Valera, quien desglosó sus impresiones por medio de una columna, en el 2011, en el diario El Universal.
Haciendo referencia a casos como el de la profanación de la tumba de Tutankhamón, último faraón egipcio de la dinastía XVIII, Rivero Valera sostuvo que la muerte de varios funcionarios en Venezuela ligados a Chávez se dio como resultado de la exhumación del cadáver. Para sostener su peculiar hipótesis, el columnista enumera una lista de personas que fallecieron luego de haber estado involucradas directa o indirectamente con la investigación de los restos de Bolívar, proceso que catalogó como un “ultraje socialista al Padre de la Patria”.
Aunque, en la publicación no se anticipa la muerte del presidente, quienes, tras el fallecimiento del político, leen hoy la columna y otros artículos que hacen referencia a la misma pueden llegar a un sinfín de conclusiones.