Yoani Sánchez quiere crear medio “libre” en Cuba
La disidente cubana Yoani Sánchez dijo que no le teme a la lapidación y al insulto del Gobierno.
La disidente cubana Yoani Sánchez afirmó en México que no le teme a la lapidación y al insulto que el Gobierno de su país le pudiera dispensar cuando retorne a la isla con la pretensión de fundar un medio de comunicación “libre”.
“Estoy dispuesta a aceptar ese precio, no le temo al insulto. Ya sé cuál será el castigo: el fusilamiento mediático, la lapidación pública, el crecimiento de las ofensas sin fundamento, estigmatizar mi imagen, satanizarme”, dijo la bloguera en una rueda de prensa celebrada en México.
Sánchez participó esta semana en la sesión semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y adelantó que volverá a su país a fundar un medio de comunicación donde participen personas y organizaciones con las que ha contactado en sus actividades fuera de la isla.
“Regreso a Cuba a fundar un medio de prensa. Sé que es imposible, que legalmente es imposible, pero no seré yo quien me ponga los límites. La vida me ha enseñado que el muro se tumba empujando de cara al mundo. Nadie va a convertirme a una exiliada obligatoria”, indicó.
Yoani Sánchez dijo estar segura de que a su intento por formalizar la expresión de sus ideas en un medio de prensa le corresponderá un castigo cuando regrese “porque el gobierno cubano se comporta como un padre despótico” con ella.
No obstante, a pesar del castigo y las restricciones legales que padezca, indicó, ejercerá su trabajo periodístico en la isla cuando concluya su viaje: “Será desde dentro con toda la precariedad material y de derechos. Ahí estaré”.
A poco menos de un mes de haber salido por primera vez de Cuba, la bloguera, multipremiada por su trabajo de divulgación de contenidos alternativos en la red, advirtió que el proyecto informativo que fundará en su país cuenta ya con el respaldo y protección de la gente que ha conocido en la gira que realiza por América y Europa.
“Regresaré con mucha gente y energía que emprenderá este viaje conmigo. Este viaje me dará un poco de protección, así lo creo”, señaló.
Fuera del hotel donde se desarrollan las reuniones de la SIP una treintena de jóvenes se postraron con mantas con consignas e insultos en contra de la disidente cubana, a quien la llamaron “vendepatrias” entre gritos de “¡Viva Fidel!”.
Media docena de personas que protestaban contra su presencia en la reunión de la SIP llegaron incluso a la puerta de uno de los salones donde iba a hablar Sánchez y fueron retirados de la zona por personal de seguridad del hotel y por los organizadores.
La bloguera confesó que respecto a Cuba, vista desde la distancia, mantiene una “sensación de cuestionamiento e impotencia por lo que nos ha tocado vivir y lo que se refleja de ella”.
“Los cubanos no nos merecemos lo que vivimos. Por ejemplo, la involución tecnológica, la falta de libertades” y “limitaciones al derecho de libertad de expresión”, señaló.
Añadió que sus compatriotas se merecen “ser ciudadanos del siglo XXI y probar nosotros mismos los retos y los grandes problemas que tiene la modernidad, pero por nosotros mismos”.
Yoani Sánchez, quien ha enviado más de 15,000 mensajes en la red social Twitter durante cinco años, dijo que por su precio actualmente internet es prácticamente inaccesible para los cubanos ya que por una hora a la red la gente tiene que pagar un tercio o la mitad de su salario mensual.
Sin embargo señaló que la telefonía móvil en Cuba acepta recargas a distancia con lo cual ella ha podido sostener el envío de sus mensajes a Twitter “gracias a los activistas y seguidores que me han hecho recargas para que nosotros podamos seguir informando de aquellas injusticias dentro de la isla”.
Además, la bloguera se autodefinió a sí misma como un “producto del siglo XXI” por su pericia en el uso de las tecnologías y exhortó a organizaciones y activistas de otros países a arropar con recargas para teléfonos móviles a los periodistas cubanos independientes.
Por último, confirmó que a pesar de que ha recibido amenazas por correo electrónico ante su visita a Argentina, estará en ese país suramericano en la primera semana de abril a invitación de activistas y académicos.
“Habrá tiempo para el insulto y también para el abrazo”, concluyó.