Lucha gay en el clímax

WASHINGTON, D.C.— Tomadas de la mano, Kristin Perry y Sandy Stier salieron de la Corte Suprema ayer lunes en medio de los vítores populares. Afuera las esperaban cientos de personas a favor y en contra del matrimonio homosexual.

Las mujeres han sido el centro de la demanda contra la Proposición 8, una lucha que han sostenido por años.

“Este país está basado en el principio básico de igualdad ante la ley. Queremos que esto se aplique a todos en California. Queremos que se elimine esta medida injusta y tenemos fe en que la corte lo hará”, dijo Perry.

El impacto del fallo y el entusiasmo que generó en la comunidad gay saltaron a la vista. Con bailes en plena calle, cientos de personas vestidas de rojo y decenas de testimonios, la campaña “United for Marriage” dejó claro que no se darán por vencidos tan fácilmente.

“¡Ahora es el momento! ¡protección igualitaria ante la ley! gritaba el público, cuando Perry y Stier bajaban las escalinatas de la Corte Suprema.

Las personas que lograron entrar al tribunal, llevaban varios días acampando. En tanto, organizaciones de derechos civiles se congregaron desde las 7:00 de la mañana para participar en el evento que duró hasta el mediodía.

Grupos en contra del matrimonio homosexual también lideraron manifestaciones. La policía debió acordonar el perímetro aledaño a la corte y mantener separados a los participantes, en ambos extremos del debate.

Representantes de la Iglesia Católica, guiados por el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, insistieron en la necesidad de mantener la Proposición 8 y la Ley para la Defensa del Matrimonio (DOMA).

“Estamos aquí porque familia es familia”, dijo Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza, quien vociferó el apoyo de organizaciones latinas a la comunidad homosexual.

Legisladores como Joaquín Castro (D-TX) insistieron en el respaldo para las parejas del mismo sexo.

“Tenemos muchas familias que tienen hijos o hermanos gay y que quieren verlos casarse. Es parte de la promesa estadounidense. La comunidad latina es muy católica y la Iglesia se opone a estas uniones, pero por sobre todo, los hispanos son muy compasivos, aceptan las diferencias”, dijo.

La fila para asistir a la audiencia sobre DOMA, programada para hoy miércoles, ya estaba repleta. Aaron, llegó ayer, a las 6:00 de la mañana y ya ocupaba el lugar 39 en la fila. “Probablemente no dormiré nada. Acá traje frazadas y me preparé para el frío. No me arrepiento de estar acá. Sé que es algo que no olvidaré”, concluyó.

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