México llora a la halterista Soraya Jiménez (Video)
La campeona olímpica de halterofilia en Sidney 2000, Soraya Jiménez, sufrió durante la última década muchas complicaciones de salud antes de fallecer este jueves.
Hace casi 13 años, el deporte mexicano, tan poco desarrollado fuera de las esferas futbolísticas, despertó con la noticia de que una mujer, desconocida por la mayoría hasta entonces, de nombre Soraya Jiménez había ganado una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.
La cosa no cuadraba para los aficionados acostumbrados apenas a pocas glorias olímpicas dadas a cuenta gotas por disciplinas como los clavados, el atletismo de fondo y el boxeo.
Soraya que ya era famosa y temida en esas regiones europeas en las que levantar pesas es casi una religión, se volvía reconocida en su país, uno que tuvo que aprender de un día para otro los vocablos de una disciplina prácticamente desconocida en el ámbito mexicano.
A partir de ese 18 de septiembre, el oro colgado a su cuello, se volvió casi una maldición.
Después de esa medalla, vinieron lesiones, malos entendidos y un sin fin de enfermedades respiratorias que a la postre acabaron con su vida.
Fueron 14 operaciones en la pierna izquierda, la extirpación del pulmón derercho en 2007 a causa del contagio de Influenza tipo B mientras competía en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, y en 2009, de Influenza AH1N1 que la mantuvo al borde de la muerte por semanas, y al menos, según el semanario mexicano Proceso, cinco paros respiratorios hasta 2010.
Soraya confesaría a esa publicación que la influenza había mermado su sistema inmunológico a tal grado de que cualquier resfriado podía convertirse en neumonía en cuestión de horas, además sufría de broncoespasmos que la llevaban de forma cotidiana al hospital.
Por si fuera poco, sus problemas con la Federación de su país la llevaron a sufrir falsas acusaciones de dopaje y de haber falsificado documentos para participar en unos juegos universitarios, cosa que fue aclarada, pero jamás olvidada.
Hoy México, pese a todo, sufre su pérdida, la segunda en menos de cuatro meses de un medallista olímpico de Sidney, después de que el ex andarín Noé Hernández falleciera en enero a causa de complicaciones ocasionadas por un ataque con arma de fuego.
De esta generación deportiva sobreviven cuatro de los seis medallistas que en ese momento tuvo México: el ex clavadista y hoy analista de televisión, Fernando Platas, el ex andarín Joel Sánchez, el ex taekwondoín Víctor Estrada y el boxeador Cristian Bejarano.
Durante la noche mexicana, el Comité Olímpico Mexicano, que la abandonó a su suerte, lo mismo que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte e incluso el Presidente Enrique Peña Nieto, han expresado su pesar por la partida de una de las más importantes deportistas mexicanas de todos los tiempos, y sin duda, un símbolo de la valía que la mujer mexicana ha alcanzado para la sociedad.