Ley ‘Tica’ contra el racismo y la violencia del fútbol
Las constantes peleas entre las barras bravas de los principales equipos y los insultos racistas hacia los jugadores han hecho que las autoridades de Costa Rica impulsen una iniciativa de ley y campañas preventivas que buscan alejar esos fenómenos de los estadios de fútbol.
San José.- Las constantes peleas entre las barras bravas de los principales equipos y los insultos racistas hacia los jugadores han hecho que las autoridades de Costa Rica impulsen una iniciativa de ley y campañas preventivas que buscan alejar esos fenómenos de los estadios de fútbol.
El proyecto de Ley para la Prevención y Sanción de la Violencia en Eventos Deportivos se encuentra en discusión en la Asamblea Legislativa y cuenta con el apoyo de los principales clubes de la Liga costarricense y la Defensoría de los Habitantes.
Osvaldo Pandolfo, presidente de la Unión Nacional de Fútbol (Unafut), que organiza la Liga costarricense, dijo que la ley es necesaria para que “respalde la toma de las decisiones” y también para prevenir hechos violentos.
“Hay una pérdida de valores terrible en la sociedad y el tema de los castigos también debe ir ligado a la prevención y la educación en edades escolares”, aseguró Pandolfo.
El proyecto de ley no incluye sanciones penales, únicamente prohibiciones de ingreso a eventos deportivos por periodos que van de seis meses a tres años.
Las personas que serán castigadas son quienes impidan o entorpezcan el normal funcionamiento del transporte, ejerzan actos de violencia contra un medio de transporte u ocasione daños en vías o lugares públicos cinco kilómetros alrededor de donde se efectúe un evento deportivo.
Además, a quienes porten armas o drogas, impidan temporal o definitivamente la realización de un acontecimiento deportivo, accedan al campo de juego o a los vestuarios sin autorización o lancen objetos al terreno.
El castigo más severo será para las personas que participen en riñas, pues no podrán asistir a eventos deportivos por tres años.
Para que se puedan cumplir las sanciones el proyecto de ley incluye la creación del Sistema de Información para la Seguridad en Eventos Deportivos (SISED) con el que se elaborará un padrón fotográfico y de información con el cual las autoridades policiales podrán identificar a las personas castigadas.
Además, la iniciativa incluye programas para los centros educativos del país con el fin de promocionar la paz y prevenir la violencia y el racismo.
Según Pandolfo, en el Congreso ha percibido un “buen ambiente” para el proyecto de ley y dijo que su aprobación depende de la voluntad política para colocarlo como una prioridad en la agenda.
En ausencia de la ley, algunos clubes y organizaciones ya han puesto manos a la obra en la lucha contra la violencia y el racismo.
El pasado domingo durante el clásico Saprissa-Alajuelense, la Defensoría de los Habitantes y la Unafut comenzaron una campaña llamada “Tarjeta roja al racismo”, la cual se replicará en los distintos estadios y se ampliará con charlas en centros educativos.
“En este país hay racismo. debemos concienciar a la gente de que no debe discriminar por color de piel, religión, nacionalidad o inclinación sexual, debemos respetarnos como seres humanos con nuestras diferencias”, dijo a Acan-Efe la defensora de los habitantes, Ofelia Taitelbaum.
El Herediano, el Saprissa y el Alajuelense, los equipos más populares del país, no han permitido el ingreso de las barras bravas de los rivales en los partidos del Torneo de Verano que se desarrolla actualmente.
Además, a finales de marzo, el Cartaginés prohibió el ingreso a su estadio a dos aficionados que fueron identificados luego de gritar insultos racistas a un jugador del Herediano.
El 18 de marzo último el Deportivo Saprissa vetó de por vida la entrada a su estadio de un aficionado que agredió a otro con un puntapié en la cara el pasado domingo durante un partido, hecho que fue captado por la televisión.
Una semana después, el Saprissa prohibió el ingreso a su estadio a la barra brava que apoya a este club, conocida como “La Ultra”, como un castigo para que no vuelva a participar en actos violentos.
Estas acciones han sido vistas de forma positiva por los medios de comunicación, pero persiste el debate de si las barras se deben erradicar o deben seguir jugando un papel que algunos llaman el del “jugador número 12”.
Douglas Marín