Algunos de los residentes regresan

Aún hay fugas en tanques de gas que provocan breves y pequeños incendios

Residentes desplazados esperan en un punto de control por permiso para regresar a sus hogares, tres días después de la explosión, ayer.

Residentes desplazados esperan en un punto de control por permiso para regresar a sus hogares, tres días después de la explosión, ayer. Crédito: AP

EDITORES: ACTUALIZA con autorización para que algunos residentes vuelvan a sus casas. Con AP Fotos

WEST, Texas.— Tras días de espera, el primer grupo de residentes que huyeron de sus hogares durante el estallido de una planta de fertilizantes recibió ayer sábado la autorización de volver a sus viviendas para averiguar cómo se encuentran.

Las noticias surgieron tras una jornada de nerviosismo, en la que autoridades informaron a residentes, aglomerados en un hotel y ansiosos por oír noticias de su vecindario, que las fugas en algunos tanques de gas provocaban incendios cerca del lugar del estallido, lo que impedía a los funcionarios levantar los bloqueos. Sin embargo, las autoridades enfatizaron que los incendios estaban controlados y la localidad estaba segura.

“Está seguro, seguro, seguro”, dijo el concejal Steve Vanek enfáticamente en una conferencia de prensa.

Agregó que un grupo de residentes en un área pequeña podría volver ayer sábado por la tarde, pero no dio indicios sobre cuándo se permitiría el regreso de todos los residentes evacuados. Quienes pudieron volver estarían sujetos a un toque de queda por la noche, y deberían permanecer en sus viviendas.

Los residentes de casas ubicadas en la zona deben congregarse en cierto lugar y mostrar sus identificaciones. Una grúa colocó columnas de concreto para impedir el ingreso a las calles laterales.

Cerca de la hora en que la zona debía abrirse, varios residentes y agentes de seguros formaron una fila de vehículos cuya longitud era cercana a kilómetro y medio (una milla). Las autoridades verificaban la identificación de cada persona en el interior de los vehículos. Algunas personas que no residían en la zona designada recibieron órdenes de marcharse. Se colocó una etiqueta especial en los vehículos que sí pudieron ingresar.

Luego de lograr finalmente un conteo preciso de cadáveres, el poblado del centro de Texas devastado por la explosión en una planta de fertilizantes, tan potente que dejó un cráter, se enfocaba en recuperarse.

Los residentes siguieron adelante con lo que pudieron , pero continúan aguardando a que las autoridades les entreguen los restos de 14 personas muertas.

Muchos de los 2.800 residentes de West se sienten paralizados. Imposibilitados de dirigir plenamente sus energías a la recuperación luego de que la pesquisa sobre las causas de la explosión del miércoles en la planta de West Fertilizer Co. comenzó a toda prisa, los desplazados y dolientes han tenido que arreglárselas con lo que está bajo su control.

Bill Killough, de 76 años, caminaba de un lado a otro por el vestíbulo de un hotel local el viernes mientras planeaba cómo aprovechar al máximo el tiempo que las autoridades le den para visitar su casa, ubicada apenas a dos cuadras y media del sitio de la explosión.

“Una vez que ellos examinen esa planta de fertilizantes que estalló y estén satisfechos de que no representa un peligro para nadie, no hay razón para que no se nos permita regresar a nuestras casas”, dijo Killough, que solía restaurar automóviles clásicos.

Killough dijo que el hombre que hace reparaciones en su casa podría ayudarle a recuperar sus armas, envolviendo sus fusiles en mantas, mientras él se concentra en las cosas de su esposa, principalmente documentos que serán importantes en la etapa de recuperación.

El residente consiguió acudir brevemente a la casa poco después de la explosión y dice que los daños son extensos, pero no mucho peores que cuando la pareja le quitó muchas cosas para renovarla hace un par de años. La explosión destruyó viviendas, escuelas y un hogar de ancianos en un radio de cuatro o cinco manzanas, y dejó más de 200 heridos.

La planta almacenaba y distribuía amoniaco anhidro, un fertilizante. También mezclaba otros.

El dueño de la planta, Donald Adair, emitió un comunicado en el que dijo que no olvidará “el sacrificio generoso de los trabajadores de emergencias que murieron tratando de protegernos a todos”.

Uno de los empleados de la planta también falleció tratando de ayudar durante el incendio, dijo Adair.

Investigadores federales y la oficina estatal de incendios comenzaron a inspeccionar el sitio de la explosión el viernes para recolectar evidencias sobre una posible causa. Franceska Perot, portavoz de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, dijo que los investigadores siguen examinando los escombros.

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