McCain: Peligra la reforma por enmiendas

Una gran cantidad de latinos se abstiene de denunciar algún delito del que fue víctima, ya que desconfía de la policía por su eventual colaboración con las autoridades de migración, según reveló una encuesta en los cuatro estados con mayor población latina —California, Texas, Ilinois y Arizona—. El 44% de los encuestados expresó temores de acercarse a la policía por la posibilidad de ser deportados, indicó el sondeo de la firma Lake Research Partners.

Una gran cantidad de latinos se abstiene de denunciar algún delito del que fue víctima, ya que desconfía de la policía por su eventual colaboración con las autoridades de migración, según reveló una encuesta en los cuatro estados con mayor población latina —California, Texas, Ilinois y Arizona—. El 44% de los encuestados expresó temores de acercarse a la policía por la posibilidad de ser deportados, indicó el sondeo de la firma Lake Research Partners. Crédito: archivo

Washington/efe — El senador republicano John McCain, uno de los ocho legisladores que han impulsado el proyecto de reforma migratoria, advirtió ayer de que éste “puede desintegrarse” si se le suman demasiadas enmiendas, un día después de que se presentaran 301 provisiones para ser añadidas a la ley.

En un discurso durante la 43 Conferencia de las Américas que ayer se celebra en el Departamento de Estado, McCain se mostró “moderadamente optimista” respecto a las posibilidades del proyecto de superar el debate en el Senado.

“Ha habido que hacer concesiones (para redactar el proyecto de ley)”, dijo McCain, quien alertó de que este “delicado acuerdo, puede desintegrarse” si se agregan demasiadas enmiendas.

De las 301 enmiendas presentadas el lunes en el Comité Judicial del Senado, el legislador republicano adelantó que no respaldará al menos dos, las que buscan regularizar la situación de aquellos inmigrantes que sean parejas de homosexuales estadounidenses.

Esas enmiendas, presentadas por el senador demócrata Patrick Leahy, “no son necesarias” para la ley de inmigración, indicó McCain, que prometió hacer “todo lo que esté” en su mano para asegurarse de que esas provisiones “no están” en el proyecto de ley que llegará al Senado.

Leahy tiene la opción de retirar las enmiendas cuando el Comité Judicial comience a poner a punto la legislación esta semana.

En caso de que no lo haga, es probable que la mayoría demócrata de ese comité apoye las propuestas, lo que llevaría el debate al pleno del Senado, donde los republicanos Marco Rubio y Lindsey Graham, pertenecientes al llamado “grupo de los 8”, ya han adelantado que las rechazarán.

Otras enmiendas presentadas proponen dar al Congreso más autoridad sobre la seguridad en la frontera con México, exigir a los inmigrantes indocumentados que proporcionen muestras de ADN antes de obtener estatus legal o reducir el número de trabajadores indocumentados susceptibles de obtener la ciudadanía.

McCain subrayó en su discurso de ayer el “respaldo mayoritario” de los estadounidenses a otorgar un camino a la ciudadanía a los once millones de indocumentados que se calcula que residen en el país, y dijo a quienes critican la ley como una “amnistía” que el limbo en el que hoy viven esos inmigrantes ya es “una amnistía de facto”.

Consideró además que el atentado del 15 de abril en la maratón de Boston, del que han sido acusados dos hermanos de origen chechén sobre los que las autoridades estadounidenses recibieron pistas dos años antes, “ha revelado algunas partes de nuestro sistema de inmigración que deben ser arregladas”.

“Creo que parte de estos problemas pueden ser revisados en nuestro esfuerzo de una reforma migratoria integral”, opinó McCain, que observó además con preocupación que “cada vez se detiene a más gente en la frontera con México que no son mexicanos, sino procedente de continentes como África, “y eso puede traer terrorismo”.

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