Nuevo azote para Oklahoma
Serie de tornados deja por lo menos nueve muertos y 100 heridos
OKLAHOMA CITY, Oklahoma. Nueve personas murieron y alrededor de 100 resultaron heridas en el área de Oklahoma City luego de una violenta serie de tornados y tormentas eléctricas que azotaron entre la noche del viernes y la mañana del sábado, informaron las autoridades.
Amy Elliott, de la Oficina del Forense, dijo el sábado que se han confirmado nueve muertes: dos niños y siete adultos. El total previo era de siete.
Funcionarios de hospitales dijeron que al menos 100 personas fueron heridas durante las tormentas, que comenzaron a la hora pico del viernes por la noche. La mayoría de los heridos tenían laceraciones y otras lesiones causadas por objetos lanzados al aire por el viento.
Funcionarios de los servicios de emergencias evaluaban el sábado los daños causados por varios tornados luego de la segunda gran tormenta letal que azotase con tornados la zona metropolitana de Oklahoma City en las últimas dos semanas.
Con la fuerte devastación causada por el tornado que el 20 de mayo mató a 24 personas y arrasó con el suburbio de Monroe, junto a Oklahoma City, muchos residentes del estado decidieron el viernes irse cuando comenzaron las advertencias de tormenta. Fue una decisión peligrosa.
La tormenta volcó vehículos y dejó a conductores atrapados en una autopista interestatal. Policías y trabajadores de la Cruz Roja recorrían el sábado varias zonas de la ciudad y los suburbios que fueron afectados por varios tornados, informó el Servicio Meteorológico Nacional. Entre los decesos esta el de una mujer y un bebé hallados en un vehículo.
Oklahoma no fue el único estado en ser azotado por tormentas el viernes por la noche. En Misurí, áreas al occidente de San Luis sufrieron graves daños a causa de un tornado de categoría EF3 con vientos de hasta 240 kilómetros por hora (150 mph). En el condado de St. Charles, al menos 71 viviendas fueron severamente dañadas y 100 tenían daños menores o moderados, dijo la portavoz local Colene McEntee.
Decenas de miles de personas estaban sin electricidad, pero solamente se reportaron ocho personas con heridas menores. El gobernador Jay Nixon declaró el estado de emergencia.
Los meteorólogos habían advertido que el viernes habría mal clima. No obstante, la tormenta trajo consigo inundaciones graves. Arrojó cerca de 18 centímetros (7 pulgadas) de lluvia en Oklahoma City en el lapso de unas horas y dificultó que los conductores pudieran ver el tornado, dijo Bruce Thoren, del SMN en Norman.
“Algunos tornados están envueltos en lluvia, así que básicamente es imposible verlos, lo cual es muy peligroso”, dijo Thoren.
La fuerte lluvia y el granizo obstaculizaron los esfuerzos de rescate en Oklahoma City. El agua acumulada en algunas zonas alcanzaba varios pies de profundidad, y parecía más producto del paso de un huracán que de un tornado.
El aeropuerto Will Rogers de Oklahoma City informó que los vuelos no se reanudarían sino hasta hoy domingo cuando se terminen de limpiar los escombros en las pistas.