Calvicie: el ‘coco’ de los hombres
La alopecia afecta a hombres cada vez mucho más jóvenes.
En la almohada, el cepillo o la butaca de un cine, el hombre que se está quedando calvo deja un rastro de angustia, pues por cada pelo que se cae siente que se le escapan milímetros de juventud.
De acuerdo con especialistas, en los últimos cinco años aumentó el número de pacientes de entre 20 y 25 años que acuden a consulta a tratarse la alopecia con el fin de evitar aparentar “viejos” prematuramente.
“Son pacientes que no están ni arrugados, pero que tienen caída y eso significa que se ven más grandes y que sienten cierta pérdida de juventud”, comenta Cristina Cantú Salinas, dermatóloga con doctorado en alopecia areata.
De un 20 a un 30 por ciento de los mexicanos presenta caída de cabello a partir de los 30 años, y en pacientes de 50 o más el porcentaje se incrementa al 60 por ciento, asegura la especialista.
“El factor número uno es la herencia. Desafortunadamente tenemos una predisposición genética y eso es como un relojito en nuestros genes que están programados a que en algún momento el pelo se va a caer”, señala.
“Pero para la gente que no tiene predisposición genética influye el medio ambiente, los hábitos alimenticios, los productos que se ponen. El estrés no es el principal, pero sí influye a que se caiga de manera difusa”.
Gerardo acaba de cumplir 40 años en marzo y subió a Facebook una foto en la que se aprecia el mismo brillo que su cabeza completamente lisa ha reflejado desde hace más de dos décadas.
El ingeniero en sistemas supo, desde que salió de la prepa, de la amarga despedida de su cabello para siempre.
“Prácticamente tengo más fotos pelón que con pelo, ya ni me acuerdo qué se siente tener [cabello]”, platica. “Antes de iniciar la carrera me rapé y me acuerdo que en ese entonces no era tan común raparse, la gente pensaba que estabas enfermo”.
Ahora, asegura, no hay tanto estigma por las calvas pues muchos actores y cantantes usan el corte al ras.
“Nunca me acomplejé, pero sí me resigné, estoy muy acostumbrado, así me conoció mi esposa y mis dos hijas, entonces nadie lo extraña”, dice.
Aunque afecta a un buen número de hombres, la calvicie es un tema que prefieren no tocar quienes la padecen. Incluso en el consultorio, los caballeros pecan de discretos.
“En el momento de la consulta el hombre lo habla aparentando que no le interesa. Otros no pueden aceptar que van por su propio pie y dicen que los manda la esposa”, comenta René Alberto Jacobo Cabrera, Gerente Médico del Centro Dermatológico Giovanni Bojanini, que ofrece regeneración capilar a base de medicamentos y soluciones cosméticas.
“El paciente llega muy estigmatizado, muy preocupado, porque quizá ya probó métodos que no ofrecen solución”, indica en entrevista vía telefónica desde la Ciudad de México.
Aunque ven resultados luego del tratamiento, señala el especialista, muchos no hablan al respecto pues sigue siendo un tabú que el hombre se haga procedimientos estéticos.
Raúl López Treviño, médico de Kaloni Science Center, empresa dedicada al injerto pelo por pelo, agrega que la mayoría de los pacientes llegan muy afectados en su autoestima y sin poder reconocer que sufren.
“Lo ideal sería combinarlo con terapia psicológica para que fuera un tratamiento integral, sí nos ha pasado que llegan casi casi deprimidos”, comenta.
“La imagen vale mucho. Cuando empiezan a verse con más pelo inmediatamente cambian su actitud, bajan de peso, se meten al gimnasio, compran ropa, salen con más confianza a la calle, se puede reducir de tres a siete años la edad cronológica”.
Al día de hoy no existe ninguna cura contra la alopecia, aclara Víctor Reyes Gómez, Jefe de la Clínica en Corporativo del Centro Dermatológico Giovanni Bojanini.
“Es un padecimiento genético, los tratamientos abarcan médicos y quirúrgicos, pero ninguno de ellos logra curar la calvicie”, reconoce.
El médico descarta que, además de la herencia, haya otros factores que provoquen la caída.
“Hay muchos mitos, que si se usan gorras, que si el agua caliente, que si raparse ayuda; todo puede interferir, incluso el estrés o la mala alimentación, pero el origen no es ninguna de estas cosas, es una enfermedad que se hereda, es genética completamente“.
“Tienen que ver, algunas veces, trastornos hormonales y ciertos tipos de cabello, como por ejemplo el rubio, suelen ser más frágiles los tonos claros que los oscuros”, explicó.