Vinagreta de mole
Come bien, vive mejor
La semana pasada conocí a Bricia López, codueña del restaurante La Guelaguetza, quien está tratando de inyectarle una dosis de modernidad y juventud a recetas tradicionales oaxaqueñas al negocio que su padre fundó hace 25 años.
Ella tiene un blog en inglés en donde aborda temas de las innovaciones del restaurante y da recetas que han sido creadas por renombrados chefs mexicanos específicamente para La Guelaguetza.
Como punto central de su blog está el mole, que es también un pilar fundamental de la comida oaxaqueña.
El mole es un término náhualt que originalmente se refería a cualquier salsa. El concepto ha evolucionando y ahora se le conoce como mole a una salsa a base de chiles y especias, que por lo general acompaña a carnes o tacos.
Dependiendo del tipo de chiles que se utilice, el mole puede ser alto en hierro, calcio (80% de las recomendaciones diarias), potasio y zinc, así como vitaminas A, B6 y folato. Su algo contenido de zinc, cobre y magnesio puede ayudar a mejorar la circulación y hasta servir como estimulante sexual.
A continuación presento una receta de vinagreta de mole que Bricia ha aceptado compartir con todos ustedes. Esta receta es específicamente para ensaladas de espinaca o arúgula.
Una de las recetas que modifiqué de las múltiples en línea es la siguiente.
1/4 taza de vinagre de manzana; 2 cucharadas de pasta de mole rojo de la Guelaguetza, 2 cucharadas de azúcar morena; 1 cucharadita de sal; 1/2 cucharadita de pimienta negra; y 2/3 taza de aceite de oliva extra virgen.
Combine el vinagre, la pasta de Mole Rojo, el azúcar, la sal y la pimienta. Muévalo hasta que se disuelva. Agréguele poco a poca el aceite de oliva. Pruébelo y asegure que esté sazonado a su gusto.
Sírvalo inmediatamente. Si no utiliza rápidamente, cúbralo y guárdelo en la refrigeradora.
Nota: mañana jueves habrá una degustación de moles en La Guelaguetza para recaudar fondos para un programa de alfabetización para adultos. De 6:30 p.m. a 8:30 p.m. Dirección: 3014 W. Olympic Blvd, Los Ángeles.
Recuerda lo que decía el padre de la medicina, Hipócrates: “Que tu comida sea tu medicina”.