Gandolfini fue eclipsado por la “humanidad” de Tony Soprano
Aunque quien falleció ayer fue el actor James Gandolfini, a nivel mundial el lamento sigue siendo mayormente por la muerte de Tony Soprano, el personaje que lo llevó alcanzar el éxito. ¿Por qué?
La repentina muerte del actor James Gandolfini, a los 51 años, estremeció este miércoles a millones de personas no sólo en los Estados Unidos, sino a través del mundo, donde alcanzó la fama por su papel del mafioso Tony Soprano, en la laureada serie producida por la cadena HBO, “The Sopranos”.
Aunque el final de la serie fue transmitido en el 2007, seis años y decenas de proyectos más tarde James Gandolfini seguía siendo reconocido como Tony Soprano. Podía interpretar a un reverendo y siempre se le identificaba como “el perverso Tony”. Perverso, pero admirado.
Esta mañana, durante un sondeo relámpago entre los fans del personaje -que fue capaz de asesinar a su propio sobrino- éstos revelaron varias razones por las cuales Tony Soprano siempre tendrá sus respetos. Para quienes no hayan visto la serie, éstas podrían ayudarles a entender mejor el luto mundial por un actor cuyo nombre no se escuchaba tanto como el de Johnny Depp o Brad Pitt, pero ocupaba un sitial incluso más alto para millones de televidentes.
- Fue el primer mafioso “humano” – Hay quienes apuntan a que el éxito de James Gandolfini radicó en el libreto de “The Sopranos”. Sin embargo, de nada servirían las palabras ni las acciones impuestas a un personaje si el actor no le aplica la dosis de realismo necesaria. Y Gandolfini lo interpretó con maestría durante las 6 temporadas de la serie. La sonrisa cínica de Tony Soprano ante los desafíos de sus adversarios; la forma en que rostro reflejaba la rabia reprimida frente a su siquiatra, su madre, su tío y sus enemigos; sus candentes escenas de sexo, aunque su cuerpo no tenía los abdominales de los protagonistas de “True Blood”; el agotamiento ante los reclamos de su esposa oficial, “Carmela”; el amor que expresaba a su hija y el desprecio a su hijo por no actuar como un Soprano, destacan entre sus ejecutorias. A todo esto se añade la dramática relación de amor y odio que sostuvo durante temporadas con su temperamental sobrino Christopher Moltisanti.
El mafioso de James Gandolfini tenía frecuentes momentos de inclemencia, en los cuales era capaz de asfixiar a cualquiera o de atacarle con una grapadora para madera, pero sus legiones de fans destacan su rara combinación de sangre fría con “caliente”.
- Comía, bebía, se drogaba y disfrutaba la vida – Según Tony Soprano fue adquiriendo poder y creciendo en “el negocio”, aumentaban sus presiones y responsabilidades al igual que la paranoia de que en cualquier momento sería traicionado. Pero de alguna forma el hombre siempre encontraba un escape: En su bote, en la droga, en los cannolis, las mujeres, Las Vegas o el alcohol. Personas en nada relacionadas con la mafia aseguran que Tony les hacía soñar con algún día poder tener el dinero para darse todos los lujos, mantener bien a la familia y disfrutar de los placeres de la carne sin que nadie “alegadamente” sospechara. El personaje “era justo hasta con las prostitutas”, enfatizó la comerciante Carla Matías.
- Era el mejor administrador: Para un vendedor de plantas eléctricas, el éxito de Tony Soprano estaba en la forma en que negociaba. “Fuera de las veces que intimidaba (que fueron muchas), Tony sabía cómo mantener la fiesta en paz, dándole a cada cual lo que merecía. Hasta a su familia y la iglesia les daba lo que les correspondía”, dijo el ciudadano de 37 años, refiriéndose al personaje como si se tratara de un ser humano real.
En paz descanse entonces Tony Soprano… James Gandolfini.