El león despierta
Los Ángeles
El área metropolitana de Los Ángeles ha sido la meca de la inmigración armenia durante más de cien años, desde las masacres turcas de armenios en 1895-96 y el genocidio de 1915. En las últimas cuatro décadas, la ciudad atrajo a un número cada vez mayor de inmigrantes del Medio Oriente, así como de la ex República Soviética de Armenia, que obtuvo su independencia en 1991.
Esta comunidad compleja y vibrante de “Hayastanci” —los armenios de Armenia— han estado ausentes de la política y del servicio público, aunque por razones comprensibles. La emigración originaria de un régimen comunista aprendió a desconfiar en el gobierno, incluso para sus necesidades más básicas. Ya en los EEUU su atención fue reconstruir sus vidas y consolidarlas a través de diligencia y trabajo duro. Ellos disfrutan de su libertad en su patria adoptiva, pero la política es un bagaje del pasado. Al menos hasta finales del año pasado, cuando uno de ellos decidió postularse para un cargo público en el este de Hollywood.
Cuando Sam Kbushyan, un ex miembro de la Junta del Consejo Comunitario del Este de Hollywood y el director ejecutivo de la Fundación IC, se postuló para concejal por el distrito 13, se registraron miles de votantes armenios. Quizás aún Kbushyan no se dio cuenta de las implicaciones a largo alcance de su iniciativa personal, que se convirtió en un poderoso impulso no sólo para el registro de votantes, sino también para el empoderamiento de la comunidad y la construcción de la democracia. Aunque Kbushyan perdió en las elecciones primarias, alcanzó un impresionante tercer lugar para la sorpresa de vecinos y del ayuntamiento. Alrededor de una cuarta parte de los aproximadamente 20,000 votantes en las elecciones eran armenios, en su mayoría registrados por Kbushyan.
Con las elecciones ya pasadas, el distrito 13 y su barrio de la Pequeña Armenia, heredaron una población inmigrante armenia energizada políticamente. Una comunidad victoriosa que prácticamente de un día al otro se ganó el respeto de todos.
El impacto de la comunidad armenia de inmigrantes en el área de Hollywood —en el distrito 13— , se está convirtiendo rápidamente en un punto de referencia para otras partes de Los Angeles, en particular en el Valle de San Fernando, en donde residen grandes comunidades de armenios. Para muchos, la fuerte comunidad armenia —de medio millón de personas en el área de Los Ángeles— representa una mina de oro electoral que podrían influir en muchos de los próximos comicios locales.
Dadas las luchas internas entre las distintas facciones de armenios en Los Ángeles y más allá —que una vez más surgieron durante las elecciones de mayo — la gran pregunta es: ¿Los armenios lograrán superar sus diferencias y los intereses de unos pocos feudos personales para colaborar en beneficio de sus nacionales?
Esto servirá como una prueba de la madurez y la fortaleza de la comunidad durante esta época importante en la historia de esta antigua nación.
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