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Un bozal inaceptable al español

El reglamento de idioma de “solo ingles” del NYPD es una política injusta que puede desatar un desencadenamiento discriminatorio por parte de supervisores.

Lo que ahora sabemos de esta práctica desconocida el teniente Richard J. Khalaf la utilizó para amonestar la oficial Jessenia Guzmán.

Guzmán le respondió brevemente en español a otra colega que le ofreció café. La Asociación Nacional de Oficiales Latinos anunció que hay ocho casos más de este tipo de castigo todos en contra de Latinas.

Lo que empeora esta práctica es la defensa equivocada del alcalde Michael Bloomberg y el comisionado Ray Kelly. Bloomberg defendió la medida al decir que era un asunto de vida o muerte. Kelly catalogó la práctica como una de sentido común y lógica ya que sería desconcertante de entrar a una estación y escuchar a los policías hablar un idioma que no sea ingles.

Bloomberg distorsionó la situación. Guzmán pronunció una respuesta en español durante un asunto no pertinente a una emergencia o a su trabajo. Su decisión de defender una práctica absurda, que tenemos entendido que no exite en otras agencias municipales, no tiene sentido.

Los resultados pueden tener un impacto amedrentador, como ya se ha escuchado mediante la preocupación de oficiales latinos.

El Departamento depende de los agentes que hablan español en cuanto a los asuntos de seguridad pública y relaciones con la comunidad. Si el castigo se cierne por hablar otro idioma, ¿cómo se supone que los policías puedan navegar esta medida?

Como consecuencia puede limitar y disminuir el ascenso de de latinos a rangos de más poder, si sus expedientes son manchados por una práctica racista. Una práctica que no solo afecta a los latinos si no a los diversos grupos que componen la fuerza de una de las ciudades más diversas del mundo.

En conclusión, esto se trata de una medida anticuada retrasada que abre las puertas a la discriminación y las represalias. Bloomberg y Kelly deberían dejar de defenderá Khalaf, revisar las prácticas del NYPD, y revocar de inmediato la regla discriminatoria de castigar agentes por hablar otro. Ademas, tienen que remover del record de Jessenia Guzmán la mancha que este departamento ha creado en su expediente.

Los Latinos y líderes de los derechos de las mujeres- no sólo a las organizaciones fraternales- debe estar a la vanguardia de este asunto hasta que la práctica de “castigar por hablar otro idioma” sea eliminada. Y esto le aplica Pat Lynch jefe del sindicato. Los oficiales hispanos han aportado bastante también.

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