Madre de Barack M. en espera de ser deportada

Latina que nombra a su hijo en honor al Presidente es detenida por Inmigración

Sandra Borja con su hijo Barack Mangandi en una foto del archivo familiar.

Sandra Borja con su hijo Barack Mangandi en una foto del archivo familiar. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person> Ciro César< / person>

Cuando nació su hijo, hace casi cuatro años, Sandra Borja y Juan José Mangandi decidieron bautizarlo con el nombre de Barack como símbolo de esperanza, en que el presidente de los Estados Unidos cumpliría con la promesa de legalizar a los millones de indocumentados que hay en el país.

La ironía para esta familia es que Sandra Borja está a punto de ser una de los 1.7 millones de deportados de la administración de Barack Obama en los últimos cinco años, ya que desde febrero pasado está en un centro de detención de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en El Paso, Texas.

Sandra Borja llegó a Estados Unidos en 2007, y a los dos años tuvo a su hijo cuando vivía en el área de Sur Centro de Los Ángeles, uno de los barrios más marginados de la ciudad, donde conviven latinos y afroamericanos.

En el 2011, tuvo que viajar de emergencia a su natal El Salvador para atender a su madre que padecía de cáncer.

Según contó su esposo en entrevista para La Opinión, en septiembre de 2012 unos conocidos la convencieron de realizar la travesía hacia el norte y que en el trayecto le darían trabajo en Chiapas, México, para pagar los gastos, pero resultaron ser tratantes de blancas quienes posteriormente la dejaron en manos de secuestradores, al parecer pertenecientes al grupo criminal de Los Zetas.

Mangandi afirma haberle enviado dinero en varias ocasiones, alrededor de 5,000 dólares, para que pudiera sobrevivir y pagar el valor de la extorsión, al mismo tiempo.

En febrero, unos supuestos polleros se pusieron en contacto con el señor Mangandi exigiéndole dinero bajo la amenaza de que la matarían.

Como ya no tenía más dinero para mandar, contó Mangandi, su esposa fue utilizada como carnada para el cruce de indocumentados, y así fue como la Patrulla Fronteriza de El Paso la arrestó.

Luego, un abogado de El Paso, identificado por Mangandi como Jaime Villalobos, le pidió $750 para representarla en la corte de Inmigración, pero nunca se hizo presente; y debido a la nula representación legal, Borja pudiera ser expulsada del país en cualquier momento.

La Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) informó que Sandra Borja ya había sido deportada en 2007 y que al ser detenida el 12 de febrero de 2013 intentando cruzar la frontera, se le imputaron cargos por reingreso ilegal.

Adelina Pruneda, portavoz de ICE, indicó que la señora Borja fue entrevistada por especialistas de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) para determinar si había sido víctima de tráfico humano, pero que su historia no fue sustentada, y por tal motivo permanecía detenida y pendiente de su deportación.

“El sábado hablé con ella, ese día tenía fecha para deportación, pero no lo hicieron; está muy triste, pero firme y convencida de que hay que luchar por nuestro hijo, no lo ve desde que tenía 2 años”, dijo.

El pequeño Barack está por cumplir los 4 años de edad y poco recuerda de su madre. Vive con su papá en un humilde departamento del área de Westlake, mientras su mamá lleva cinco meses detenida por ICE.

“No ha tenido audiencia con el juez para que le fijen fianza, partiendo de que no es ninguna criminal y de que tiene un hijo a quien le pusimos Barack, porque creíamos que este Presidente nos iba a dar la oportunidad de quedarnos, pero qué ironía”, dijo Mangandi.

La Opinión solicitó a la oficina de ICE en El Paso una explicación sobre el caso de Borja, y del porqué sería deportada si califica para la discreción fiscal, considerando que fue víctima de tráfico humano; pero ya que se requiere de un documento firmado por la detenida, no ofrecieron información inmediata.

A decir de Mangandi, el oficial a cargo del caso, Juan Méndez, supuestamente ha estado presionando a Borja para que firme su salida voluntaria con la amenaza de cargos.

“Mi esposa me ha dicho que en los cinco meses que lleva ahí han dejado libres a personas que sí tenían delitos por drogas o DUI, gracias a que pudieron pagar un abogado y la fianza”, pero a mi esposa, ni audiencia con el juez [le han dado]”, dijo.

En esta nota

deportación Inmigración

Suscribite al boletín de Política

Recibe gratis las noticias de política e inmigración diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain