FC Harlem con una misión más allá del fútbol
El equipo se dedica a convertir en líderes a los jóvenes de la zona por medio del deporte
Nueva York — Kevin González contemplaba abandonar la escuela pero lo que nunca pensó fue que su vida cambiaría al patear un balón de fútbol vistiendo el uniforme de una organización de Harlem que va más allá del deporte de las patadas.
“Nunca me imaginé que el FC Harlem fuera a cambiar mi vida”, dijo el joven de 22 años. “Yo simplemente me uní al equipo porque no tenía nada que hacer ni donde jugar”.
“Si no fuera por este equipo yo hubiera dejado la escuela y no estaría ahora en City College”, añadió.
Mientras que para muchos el fútbol es simplemente juego y entretenimiento, el FC Harlem se dedica a crear líderes entre los jóvenes de esta zona de la ciudad que, de acuerdo al director del club y a los jugadores entrevistados, está desprovista de organizaciones que brinden este servicio.
“Yo no conozco a nadie que haga lo que el señor Smalls hace aquí. El no sólo es un entrenador, sino que es alguien que nos escucha cuando tenemos problemas y nos ayuda a salir adelante”, dijo Francisco Larios, joven, de 17 años, que desde hace tres forma parte del equipo.
Irving Smalls, director ejecutivo del FC Harlem, tiene su propia historia, ya que jugó como ala cerrada en el equipo de fútbol americano de la Universidad Penn State que ganó el Tazón de las Rosas en 1994, y tras terminar su carrera como atleta colegial estudió leyes.
Su talento y ética de trabajo lo llevaron a trabajar para la liga profesional de fútbol la MLS, trabajo que abandonó en 2007 para vivir en Harlem y dirigir esta organización, misma que ha estado en funciones desde 1991.
“Me di cuenta que los chicos negros y latinos de esta comunidad no tenían las mismas oportunidades que otros chicos y que hacía falta algo que les ayudara a crecer a través del deporte y el trabajo“, comentó Smalls.
“Aprendemos muchas cosas como el valor de la puntualidad y de ser responsable. Ayudamos en la organización de torneos de fútbol y tomamos clases sobre diferentes cosas que nos ayudan a entender el mundo como es en realidad”, dijo Larios.
Smalls explicó que además se trata de exponer a los jóvenes a experiencias que no son comunes en un ambiente como en el que estos chicos crecen, sin crear la falsa expectativa de que un día van a ser estrellas profesionales de fútbol.
“La realidad es que muchos jóvenes en las ciudades no pueden llegar a ser profesionales por cómo está hecho el sistema del fútbol. Para mí es más importante desarrollar el liderazgo entre estos muchachos porque eso es lo que los va a sacar adelante”, dijo.
El programa está compuesto de varios elementos, como el aprovechamiento académico, la autoestima, la interacción con otras personas, el desarrollo de carácter, la conciencia cultural, el servicio comunitario, la nutrición y la vida saludable.
Estas prácticas ya han dejado huellas tangibles en estos muchachos.
“Yo fui parte de un grupo de jóvenes que fue a Google y no pude creer lo que vi ahí. Ese es un lugar en el que me gustaría trabajar”, dijo González. “Ahora sé que para estar en un lugar así se tiene que estudiar. Los estudios y el trabajo son bien importantes”.
Los jóvenes explican que este tipo de oportunidades no hubieran sido posibles en un ambiente como en el que ellos y muchos otros como ellos han crecido.
“FC Harlem nos ayuda a mantenernos alejados de las drogas, de las pandillas y otros riesgos de la calle”, manifestó González. “Además muchos de nosotros no contamos con un modelo a seguir que haya ido a la universidad, sino que trabajan en cocinas o limpiando casas y pensamos que eso es lo único que podemos hacer en nuestras vidas”.
No obstante, este joven cuenta que hay quienes ven con rareza lo que el equipo hace dentro y fuera de la cancha.
“Muchos se burlan porque nunca hemos ganado un trofeo, pero nosotros vamos más allá del fútbol. Nuestra misión es sacar a los chicos de los problemas que estén atravesando”, finalizó Gonález.