De Suramérica para el mundo
Desde la década de los ’90 las Grandes Ligas se han estado cundiendo de gran cantidad de jugadores llegados desde Venezuela, país suramericano donde el béisbol se mantiene como el deporte de mayor aceptación entre los fanáticos de la tierra del joropo.
También el número de estrellas latinas del ‘big show’ ha ido creciendo, mientras jugadores compiten con los nativos norteamericanos, ocupando lugares altos en las estadísticas, al extremo de que varias marcas escritas por largo tiempo, han sido superadas por estos importados.
Como era costumbre antes de que las mayores apuntaran para la lejana Suramérica, los jugadores hispanos de más calibres llegaban desde las Antillas Mayores, formadas por Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico. Ahora el béisbol importado se ve afectado desde la llegada de la revolución cubana, comandada por Fidel Castro en 1959. Este régimen castrista terminó con las ligas profesionales en la más grande de las Antillas y se le prohibió a los jugadores de allí firmar con equipos de Grandes Ligas, perjudicando a los campeonatos del Caribe.
Desde entonces, la República Dominicana, Puerto Rico y México comenzaron a importar más jugadores a las Grandes Ligas, y así aumentar el número de peloteros de estos países en los equipos norteamericanos y, por ende, allanándoles el camino a las grandes divisiones.
Mientras la República Dominicana sigue ubicada como la nación de más importados para el béisbol norteamericano, desde los años 90 Venezuela pasó a ocupar el segundo puesto, en lugar de Puerto Rico, donde la pelota se debilita con el paso de los años, debido al poco interés comercial para sus torneos profesionales, haciendo que los aficionados se alejen en gran número de los estadios en los torneos invernales.
Como si todo esto fuera poco, en Venezuela surgió un jugador que desde su llegada a las Grandes Ligas en 2003, con los Marlins de Florida hasta el 2007, se perfilaba con maderas para ubicarse entre los mejores. Nos referimos a Miguel Cabrera, fornido antesalista, quien desde el 2008 pertenece a los Tigres de Detroit.
El Nativo de Maracay, de 30 años, en la temporada pasada ganó la triple corona, al batear para promedio de .330, con 44 jonrones y 139 carreras impulsadas. Esta hazaña no ocurría desde que Carl Yastrzemski lo hiciera en 1967. Además Miguel fue declarado el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Ahora Cabrera se perfila para repetir el acontecimiento, dominando en carreras remolcadas y bateo, respectivamente, y librando una dura batalla para alcanzar el liderato de jonrones en la Liga Americana, desde el segundo puesto.
Solamente la triple corona ha sido ganadas dos veces en el joven circuito por Rogers Hornsby (1922- 1925) y Ted Williams (1942-1947).
¿Podrá Cabrera repetir esta hazaña?